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Mensaje del 15 de Febrero del 2014

“El satanismo existe desde siempre. Sin embargo en este tiempo se ha incrementado mucho en las escuelas, los lugares de recreación y diversión, bajo los medios de comunicación y por medio de la gente que participa en él. Esta atrocidad que está distante de muchos la sufren mis hijos pequeños que ensañados con ellos les hace participar en actos deliberados donde conducen su alma a la perdición constante”.



Profecías, Decretos, Preceptos y Conjeturas dictados por la Santísima Virgen, Jesús y Dios Omnipotente Uno y Trino a mi alma mexicana.
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Sábado 15 de Febrero del 2014,         Santísimo y Santa Misa  5:00 p.m.

Hijos queridos de mi corazón!
Las argucias del enemigo son muchas. Ustedes deben de conocer a profundidad cómo se manifiesta. La razón por la cual la enseñanza les trae luz es porque yo vivo y si vivo estoy presente en todas las almas fieles a mí. Sin embargo es necesario que comprendan que la luz sustenta la vida. Aquella vida que trajo a ustedes mi presencia en el Mundo y que hizo posible que se abriera a ustedes. Porque yo di mi vida por ustedes pero el enemigo hizo posible que muchas de ellas me negaran. Hoy vengo y participo que mi hija sufre con constancia por las almas. Porque ella reconoce mi dolor y el sentido de su vida es apartarse del Mundo para proveer a ustedes de información donde reconocerán la atrocidad existente en el Mundo. Hoy se sabe que existe Satanás pero callar ha provocado que mis hijos no conozcan su perversión. Porque  el dolor de un Padre es aquel que reconoce que este Mundo vive indecorosamente. Desleal a mí, ha permitido que mis hijos, los más pequeños sean conducidos al satanismo. El satanismo existe desde siempre. Sin embargo en este tiempo se ha incrementado mucho en las escuelas, los lugares de recreación y diversión, bajo los medios de comunicación y por medio de la gente que participa en él. Esta atrocidad que está distante de muchos la sufren mis hijos pequeños que ensañados con ellos les hace participar en actos deliberados donde conducen su alma a la perdición constante. La necesidad de reconocer ampliamente esta situación abominable precisa de parte mía dar aliento a mis hijos. Más sin embargo es necesario decirles que para reconocer el satanismo necesariamente tienen que vivir de acuerdo a mi voluntad. Quien tiene luz enseña a las almas a reconocer todo aquello que permite que se pierda la batalla, perezcan y su alma se vaya al infierno. Porque quien se sabe guiar por mí reconoce que la vida da sustento, ese que viene a retribuir en el reconocimiento de un Dios que vela por todos sus hijos y que si conoce el sufrimiento que hay en el Mundo. El Mundo se vió obligado a seguir los pasos de Satanás porque prefirieron la vida lasciva que permitió que les enseñara a odiarme. Me odian mis hijos que albergan en su corazón rivalidades porque no reconocen que si vienen a mí yo sano el corazón y les ayudo a reconocerme en su vida dando sustento de que para poder vivir se necesita encontrar el camino que yo les trazo. La vida da alegría y esa paz que permanece, que no se inquieta ante cualquier evento. Es  necesario que entiendan que los actos paganos han conducido a mis hijos a perderse. En ellos encuentran enseñanzas de demonios y la idolatría hace que mis hijos me desconozcan. Porque soy un Dios celoso les digo: mis hijos deben caminar unidos a mí. Quien desconoce esta verdad participa de las insidias del enemigo. Yo les pido que escuchen atentamente: quien quiere seguir el buen camino debe atesorar el llamado que le hago. Este es reconocer que para opacar los planes perversos de Satanás ustedes se deben alimentar de mí. Porque el amor destruye todo propósito maligno. Acobardarse no sirve de nada. Este tiempo requiere arrojo y este requiere de ustedes. La comprensión fortuita a mi llamado ayuda a las almas que sí me conocen a reconocer que por amor se hizo el Mundo. Este mal existente entró al Mundo a través de una mujer que pecó y desobedeció a Dios. Más sin embargo mi Padre cuando reconoció la desobediencia maldijo a aquel ángel caído y lo obligó a enemistarse con la mujer. Esa mujer es mi Madre. Sus apariciones frecuentes dan testimonio del llamado que les hace. A través de él ella llama a sus hijos a reconciliarse conmigo y a unirse. Porque la unión produce mucha fuerza que debilita la maldad. Para esto se requiere que ella guíe a mis hijos y que a través de ella reciban la gracia que hace posible que la bondad de su corazón remueva en ustedes el pecado. Por eso pido a ustedes que veneren a mi Madre amorosa. Porque ella siempre implora por el Mundo. Sus súplicas constantes hacen posible que la ira de mi Padre se aplaque, porque la unión hace que el sacrificio perpetuo que hice los haga sumisos a mí. La fidelidad tan importante y necesaria prospera su corazón. Las ataduras a las calamidades desaparecen cuando ustedes escuchan mi voz que clama que mejoren de vida. Que sin mí la esperanza no llega. Las atracciones constantes hacia una vida promiscua, de avaricia, codicia constante, vicios, desenfreno y pérdida de valores hacen que Satanás corrompa su corazón, lo llene de odio y lo pierda para siempre. El satanismo es así, cruel, no deja que mis hijos vivan, toma venganza contra mi Madre ensañándose contra la creación. Porque la vida llegó a través de una Mujer que hizo posible que mis hijos regresen a mí y esto es que cuando di la vida por ustedes el arrepentimiento llegara a su corazón. La enemistad contra el dragón y la bella Mujer de las doce estrellas ha hecho que ella se vuelque hacia sus hijos y proteja la vida. Sin embargo para que Satanás muera necesariamente deben conformarse en comunidades marianas bajo su manto, que prediquen con vehemencia mis enseñanzas bajo un rito adecuado que debe constar obligadamente con el rezo del Rosario y la infusión del Espíritu Santo. Para eso les pido que oigan con vehemencia mi voz que les llama y los invita a convertirse y renovarse de manera profunda. Esto es dar sentido a las enseñanzas que di en vida y que están transcritas en la Sagrada Biblia. Por ella yo doy a mis hijos mi palabra y la palabra les alienta a permanecer unidos a mí. Es por ella que predico por medio de mis hijos ungidos que han permitido que mi Espíritu Santo se manifieste en ellos. Los dones les ayudarán a dar viveza a sus enseñanzas porque yo hablo a través de ellos, me comunico con ustedes y les enseño el camino que deben seguir. Les pido atentamente que abran el Legajo que mi hija tiene preparado sobre el satanismo donde ustedes podrán comprender absolutamente las perversiones a que se someten muchas almas por buscar la retribución monetaria y el reconocimiento en el Mundo. Las perversiones son tantas que es difícil enumerarlas, Más sin embargo es importante que ustedes estén al tanto de ellas para que juntos, con amor, opaquemos los planes perversos de Satanás donde obliga a mis hijos a negarme. Yo Dios Omnipotente me manifiesto a las almas de muchas maneras. Hago saber cómo es que quiero que vivan. El servilismo indispensable hace posible que ustedes lleven luz a aquellas almas que se pierden. La luz da amor. Con ese amor se recibe gratificación de mi Padre y ésta es reconocerse como hijos de Dios. Las enseñanzas que les doy dan testimonio de mi presencia a través de un alma que se esfuerza por compartir. Cuando la unión se fortalezca mis hijos harán posible que mi Madre les dé el Triunfo de su Corazón Inmaculado y con él haga posible que Satanás muera para siempre. Para que esto sea posible ustedes deben valorar este llamado donde se les pide que se consagren a ella. Por medio de esta consagración la unión fortalecerá a mi Iglesia Santa y la destrucción total del satanismo hará posible que vuelva la paz. Sin embargo necesito decirles que para que esto suceda ustedes deben reconocer sus pecados, cambiar de vida y unirse a mí por medio de la oración, penitencia, mortificación, ayuno y mi Cuerpo Bendito que les da vida a través de la Eucaristía. Esfuércense mucho y oblíguense a cambiar en unión conmigo. Los males caen y la verdad llega si se abren a mi presencia que les manifiesta que sí estoy vivo y que deseo que mi corazón habite en ustedes. Me despido diciéndoles que el amor que les doy hace que la vida tenga sentido. Ámense como yo los amo. Dediquen tiempo a promover mis enseñanzas y con el ejemplo den testimonio de que son míos. Vengo pronto! Prepárense mucho. Amén
Jesús Misericordia Divina


Mis ángeles!
Con amor les recibo y les hago un llamado. Al abrigarlos les doy mi corazón que hace posible que reciban de mí las gracias necesarias y esas virtudes que debilitan el mal existente. Quiero decirles que quien se une a mí abre sus ojos a la luz y esa luz es mi Hijo. Los males se aplacan en comunión conmigo porque yo protejo a mis hijos. Esos que vienen y me dicen Mamá. Mamá ama a sus hijos y quiere que ellos se convenzan que la vida les retribuye felicidad, bendición constante y un amor incomparable. Porque el amor que yo les doy es ese que viene de mi Hijo, supremo e inexistente en este Mundo pagano. Ábranse a mí  y consagren su vida a mi Corazón Maternal e Inmaculado para que juntos con mi amado Hijo hagamos posible que la vida vuelva a mis hijos que pecan y no lo conocen. Los amo. Escuchen el llamado de una Madre que llora por todos sus hijos que la niegan y no aman a su amoroso Hijo. Amén
Santa María del Corazón Inmaculado




Génesis 3
Adán y Eva desobedecen a Dios
3 La serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que Dios el Señor había creado, y le preguntó a la mujer:
—¿Así que Dios les ha dicho que no coman del fruto de ningún árbol del jardín?
2 Y la mujer le contestó:
—Podemos comer del fruto de cualquier árbol, 3 menos del árbol que está en medio del jardín. Dios nos ha dicho que no debemos comer ni tocar el fruto de ese árbol, porque si lo hacemos, moriremos.
4 Pero la serpiente le dijo a la mujer:
—No es cierto. No morirán. 5 Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman del fruto de ese árbol podrán saber lo que es bueno y lo que es malo, y que entonces serán como Dios.
6 La mujer vio que el fruto del árbol era hermoso, y le dieron ganas de comerlo y de llegar a tener entendimiento. Así que cortó uno de los frutos y se lo comió. Luego le dio a su esposo, y él también comió. 7 En ese momento se les abrieron los ojos, y los dos se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entonces cosieron hojas de higuera y se cubrieron con ellas.
8 El hombre y su mujer escucharon que Dios el Señor andaba por el jardín a la hora en que sopla el viento de la tarde, y corrieron a esconderse de él entre los árboles del jardín. 9 Pero Dios el Señor llamó al hombre y le preguntó:
—¿Dónde estás?
10 El hombre contestó:
—Escuché que andabas por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.
11 Entonces Dios le preguntó:
—¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? ¿Acaso has comido del fruto del árbol del que te dije que no comieras?
12 El hombre contestó:
—La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí.
13 Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer:
—¿Por qué lo hiciste?
Y ella respondió:
—La serpiente me engañó, y por eso comí del fruto.
14 Entonces Dios el Señor dijo a la serpiente:
—Por esto que has hecho, maldita serás entre todos los demás animales. De hoy en adelante caminarás arrastrándote y comerás tierra. 15 Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.
16 A la mujer le dijo:
—Aumentaré tus dolores cuando tengas hijos, y con dolor los darás a luz. Pero tu deseo te llevará a tu marido, y él tendrá autoridad sobre ti.
17 Al hombre le dijo:
—Como le hiciste caso a tu mujer y comiste del fruto del árbol del que te dije que no comieras, ahora la tierra va a estar bajo maldición por tu culpa; con duro trabajo la harás producir tu alimento durante toda tu vida. 18 La tierra te dará espinos y cardos, y tendrás que comer plantas silvestres. 19 Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado, pues tierra eres y en tierra te convertirás.
20 El hombre llamó Eva a su mujer, pues ella fue la madre de todos los que viven. 21 Dios el Señor hizo ropa de pieles de animales para que el hombre y su mujer se vistieran, 22 y dijo: «Ahora el hombre se ha vuelto como uno de nosotros, pues sabe lo que es bueno y lo que es malo. No vaya a tomar también del fruto del árbol de la vida, y lo coma y viva para siempre.»
23 Por eso Dios el Señor sacó al hombre del jardín de Edén, y lo puso a trabajar la tierra de la cual había sido formado.24 Después de haber sacado al hombre, puso al oriente del jardín unos seres alados y una espada ardiendo que daba vueltas hacia todos lados, para evitar que nadie llegara al árbol de la vida.


Lucas 4
El diablo pone a prueba a Jesús
4 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del río Jordán, y el Espíritu lo llevó al desierto. 2 Allí estuvo cuarenta días, y el diablo lo puso a prueba. No comió nada durante esos días, así que después sintió hambre. 3 El diablo entonces le dijo:
—Si de veras eres Hijo de Dios, ordena a esta piedra que se convierta en pan.
4 Jesús le contestó:
—La Escritura dice: “No sólo de pan vivirá el hombre.”
5 Luego el diablo lo levantó y, mostrándole en un momento todos los países del mundo, 6 le dijo:
—Yo te daré todo este poder y la grandeza de estos países. Porque yo lo he recibido, y se lo daré al que quiera dárselo. 7 Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo.
8 Jesús le contestó:
—La Escritura dice: “Adora al Señor tu Dios, y sírvele sólo a él.”
9 Después el diablo lo llevó a la ciudad de Jerusalén, lo subió a la parte más alta del templo y le dijo:
—Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí; 10 porque la Escritura dice:
“Dios mandará que sus ángeles
te cuiden y te protejan.
11 Te levantarán con sus manos,
para que no tropieces con piedra alguna.”
12 Jesús le contestó:
—También dice la Escritura: “No pongas a prueba al Señor tu Dios.”
13 Cuando ya el diablo no encontró otra forma de poner a prueba a Jesús, se alejó de él por algún tiempo.


2 Corintios 12
14 Y esto no es nada raro, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz.


1 Pedro 5
6 Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los enaltezca a su debido tiempo. 7 Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.
8 Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar.9 Resístanle, firmes en la fe, sabiendo que en todas partes del mundo los hermanos de ustedes están sufriendo las mismas cosas. 10 Pero después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios los hará perfectos, firmes, fuertes y seguros. Es el mismo Dios que en su gran amor nos ha llamado a tener parte en su gloria eterna en unión con Jesucristo. 11 A él sea el poder para siempre. Amén.


2 Tesalonicenses 2
4 Éste es el enemigo que se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o merece ser adorado, y llega incluso a instalar su trono en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios.


1 Timoteo 4
Las falsas enseñanzas
4 Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos renegarán de la fe, siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios. 2 Harán caso a gente hipócrita y mentirosa, cuya conciencia está marcada con el hierro de sus malas acciones.



Éxodo 20
2 «Yo soy el Señor tu Dios, que te sacó de Egipto, donde eras esclavo.
3 »No tengas otros dioses aparte de mí.
4 »No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra. 5 No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso que castiga la maldad de los padres que me odian, en sus hijos, nietos y bisnietos; 6 pero que trato con amor por mil generaciones a los que me aman y cumplen mis mandamientos.
7 »No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios, pues él no dejará sin castigo al que use mal su nombre.



Apocalipsis 12
La mujer
12 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza. 2 La mujer estaba encinta, y gritaba por los dolores del parto, por el sufrimiento de dar a luz.
El dragón
3 Luego apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza.4 Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, y las lanzó sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto como naciera. 5 Y la mujer dio a luz un hijo varón, el cual ha de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo le fue quitado y llevado ante Dios y ante su trono; 6 y la mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un lugar para que allí le dieran de comer durante mil doscientos sesenta días.
7 Después hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón. El dragón y sus ángeles pelearon, 8 pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. 9 Así que fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.
10 Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía:
«Ya llegó la salvación,
el poder y el reino de nuestro Dios,
y la autoridad de su Mesías;
porque ha sido expulsado
el acusador de nuestros hermanos,
el que día y noche los acusaba
delante de nuestro Dios.
11 Nuestros hermanos lo han vencido
con la sangre derramada del Cordero
y con el mensaje que ellos proclamaron;
no tuvieron miedo de perder la vida,
sino que estuvieron dispuestos a morir.
12 ¡Alégrense, pues, cielos,
y ustedes que viven en ellos!
¡Pero ay de los que viven en la tierra y en el mar,
porque el diablo, sabiendo que le queda poco tiempo,
ha bajado contra ustedes lleno de furor!»
13 Cuando el dragón se vio lanzado a la tierra, persiguió a la mujer que había tenido el hijo. 14 Pero a la mujer se le dieron dos grandes alas de águila, para que pudiera volar a su lugar en el desierto, lejos del dragón, donde tenían que darle de comer durante tres años y medio. 15 El dragón arrojó agua por la boca, para formar un río que arrastrara a la mujer; 16 pero la tierra ayudó a la mujer, pues abrió la boca y se tragó el río que el dragón había arrojado por su boca. 17 Con eso, el dragón se puso furioso contra la mujer, y fue a pelear contra el resto de los descendientes de ella, contra los que obedecen los mandamientos de Dios y siguen fieles al testimonio de Jesús. 18 Y el dragón se plantó a la orilla del mar.




Apocalipsis 20
10 Y el diablo, que los había engañado, fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también habían sido arrojados el monstruo y el falso profeta. Allí serán atormentados día y noche por todos los siglos.



Isaías 49
Anuncio de la reconstrucción de Jerusalén
8 El Señor dice:
«Vino el momento de mostrar mi bondad, y te respondí;
llegó el día de la salvación, y te ayudé.
Yo te protegí
para establecer por ti mi alianza con el pueblo,
para reconstruir el país,
para hacer que tomen posesión de las tierras arrasadas,
9 para decir a los presos: “Queden libres”,
y a los que están en la oscuridad: “Déjense ver.”
Junto a todos los caminos encontrarán pastos,
y en cualquier monte desierto
tendrán alimento para su ganado.
10 «No tendrán hambre ni sed,
ni los molestará el sol ni el calor,
porque yo los amo y los guío,
y los llevaré a manantiales de agua.
11 Abriré un camino a través de las montañas
y haré que se allanen los senderos.»
12 ¡Miren! Vienen de muy lejos:
unos del norte, otros de occidente,
otros de la región de Asuán.
13 ¡Cielo, grita de alegría!
¡Tierra, llénate de gozo!
¡Montañas, lancen gritos de felicidad!
Porque el Señor ha consolado a su pueblo,
ha tenido compasión de él en su aflicción.
14 «Sión decía:
“El Señor me abandonó,
mi Dios se olvidó de mí.”
15 Pero ¿acaso una madre olvida
o deja de amar a su propio hijo?
Pues aunque ella lo olvide,
yo no te olvidaré.
16 Yo te llevo grabada en mis manos,
siempre tengo presentes tus murallas.
17 Los que te reconstruyen van más de prisa
que los que te destruyeron;
ya se han ido los que te arrasaron.
18 Levanta los ojos y mira alrededor,
mira cómo se reúnen todos
y vuelven hacia ti.
22…Y reconocerás que yo soy el Señor,
y que los que en mí confían no quedan defraudados.»
24 ¿Se le puede arrebatar a un hombre fuerte
lo que ha ganado en la batalla?
¿O puede un preso escapar de un tirano?
25 El Señor afirma que sí:
«Al hombre fuerte le arrebatarán lo conquistado,
y al tirano le quitarán lo ganado.
Yo me enfrentaré con los que te buscan pleito;
yo mismo salvaré a tus hijos.
26 Obligaré a tus opresores a comer su propia carne
y a emborracharse con su sangre, como si fuera vino.
Así toda la humanidad sabrá
que yo, el Señor, soy tu salvador;
que yo, el Poderoso de Jacob, soy tu redentor.»


Apocalipsis 14
11 El humo de su tormento sube por todos los siglos, y no hay descanso de día ni de noche para los que adoran al monstruo y a su imagen y reciben la marca de su nombre.»
12 ¡Aquí se verá la fortaleza del pueblo santo, de aquellos que cumplen sus mandamientos y son fieles a Jesús!
13 Entonces oí una voz del cielo, que me decía: «Escribe esto: “Dichosos de aquí en adelante los que mueren unidos al Señor.”»
«Sí—dice el Espíritu—, ellos descansarán de sus trabajos, pues sus obras los acompañan.»



Salmos 18
18 (2b) Tú, Señor, eres mi fuerza;
¡yo te amo!
2 (3) Tú eres mi protector,
mi lugar de refugio,
mi libertador,
mi Dios,
la roca que me protege,
mi escudo,
el poder que me salva,
mi más alto escondite.
3 (4) Tú, Señor, eres digno de alabanza:
cuando te llamo, me salvas de mis enemigos.
4 (5) La muerte me enredó en sus lazos;
sentí miedo ante el torrente destructor.
5 (6) La muerte me envolvió en sus lazos;
¡me encontré en trampas mortales!
6 (7) En mi angustia llamé al Señor,
pedí ayuda a mi Dios,
y él me escuchó desde su templo;
¡mis gritos llegaron a sus oídos!
7 (8) Hubo entonces un fuerte temblor de tierra:
los montes se estremecieron hasta sus bases;
fueron sacudidos por la furia del Señor.
8 (9) De su nariz brotaba humo,
y de su boca un fuego destructor;
¡por la boca lanzaba carbones encendidos!
9 (10) Descorrió la cortina del cielo, y descendió.
¡Debajo de sus pies había grandes nubarrones!
10 (11) Montó en un ser alado, y voló
deslizándose sobre las alas del viento.
11 (12) Tomó como escondite,
como tienda de campaña,
la densa oscuridad que lo rodeaba
y los nubarrones cargados de agua.
12 (13) Un fulgor relampagueante salió de su presencia;
brotaron de las nubes granizos y carbones encendidos.
13 (14) El Señor, el Altísimo,
hizo oír su voz de trueno desde el cielo;
granizos y carbones encendidos.
14 (15) Lanzó sus rayos como flechas,
y a mis enemigos hizo huir en desorden.
15 (16) El fondo del mar quedó al descubierto;
las bases del mundo quedaron a la vista
por la voz amenazante del Señor,
por el fuerte soplo que lanzó.
16 (17) Dios me tendió la mano desde lo alto,
y con su mano me sacó del mar inmenso.
17 (18) Me salvó de enemigos poderosos
que me odiaban y eran más fuertes que yo.
18 (19) Me atacaron cuando yo estaba en desgracia,
pero el Señor me dio su apoyo:
19 (20) me sacó a la libertad;
¡me salvó porque me amaba!
20 (21) El Señor me ha dado la recompensa
que merecía mi limpia conducta,
21 (22) pues yo he seguido el camino del Señor;
¡jamás he renegado de mi Dios!
22 (23) Yo tengo presentes todos sus decretos;
¡jamás he rechazado sus leyes!
23 (24) Me he conducido ante él sin tacha alguna;
me he alejado de la maldad.
24 (25) El Señor me ha recompensado
por mi limpia conducta en su presencia.
25 (26) Tú, Señor, eres fiel con el que es fiel,
irreprochable con el que es irreprochable,
26 (27) sincero con el que es sincero,
pero sagaz con el que es astuto.
27 (28) Tú salvas a los humildes,
pero humillas a los orgullosos.
28 (29) Tú, Señor, me das luz;
tú, Dios mío, alumbras mi oscuridad.
29 (30) Con tu ayuda atacaré al enemigo,
y sobre el muro de sus ciudades pasaré.
30 (31) El camino de Dios es perfecto;
la promesa del Señor es digna de confianza;
¡Dios protege a cuantos en él confían!
31 (32) ¿Quién es Dios, fuera del Señor?
¿Qué otro dios hay que pueda protegernos?
32 (33) Dios es quien me da fuerzas,
quien hace intachable mi conducta,
33 (34) quien me da pies ligeros, como de ciervo,
quien me hace estar firme en las alturas,
34 (35) quien me entrena para la batalla,
quien me da fuerzas para tensar arcos de bronce.
35 (36) Tú me proteges y me salvas,
me sostienes con tu mano derecha;
tu bondad me ha hecho prosperar.
36 (37) Has hecho fácil mi camino,
y mis pies no han resbalado.


Salmo 22
26 (27) Coman, ustedes los oprimidos,
hasta que estén satisfechos;
alaben al Señor, ustedes que lo buscan,
y vivan muchos años.
27 (28) Razas y naciones todas,
gente de todos los rincones de la tierra:
acuérdense del Señor, y vengan a él;
¡arrodíllense delante de él!
28 (29) Porque el Señor es el Rey,
y él gobierna las naciones.
29 (30) Inclínense y adórenlo sólo a él
todos los que viven en abundancia,
todos los que han de volver al polvo,
pues en sí mismos no tienen vida.


2 Tesalonicenses 2
7 Pues el plan secreto de la maldad ya está en marcha; sólo falta que sea quitado de en medio el que ahora lo está deteniendo. 8 Entonces aparecerá aquel malvado, a quien el Señor Jesús destruirá con el soplo de su boca y reducirá a la impotencia cuando regrese en todo su esplendor. 9 En cuanto a ese malvado, vendrá con la ayuda de Satanás; llegará con mucho poder, y con señales y milagros falsos. 10 Y usará toda clase de maldad para engañar a los que van a la condenación, porque no quisieron aceptar y amar la verdad para recibir la salvación. 11 Por eso, Dios deja que el error los engañe y que crean en la mentira, 12 a fin de que sean condenados todos los que no han querido creer en la verdad, sino que se complacen en la maldad.


Apocalipsis 22
12 «Sí, vengo pronto, y traigo el premio que voy a dar a cada uno conforme a lo que haya hecho. 13 Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin.»
14 Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y poder entrar por las puertas de la ciudad. 15 Pero fuera se quedarán los pervertidos, los que practican la brujería, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los que adoran ídolos y todos los que aman y practican el engaño.
16 «Yo, Jesús, he enviado mi ángel para declarar todo esto a las iglesias. Yo soy el retoño que desciende de David. Soy la estrella brillante de la mañana.»
17 El Espíritu Santo y la esposa del Cordero dicen: «¡Ven!» Y el que escuche, diga: «¡Ven!» Y el que tenga sed, y quiera, venga y tome del agua de la vida sin que le cueste nada.



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