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Mensaje del 29 de Abril del 2014

“El dolor que se padece es por el pecado que hay en cada alma. Saberlo ofrecer hace que mi corazón sienta alegría y la demuestro con gozo y paz en el alma  de quien posee esta “arma tan poderosa” que rompe y destruye vínculos con el enemigo y hace posible que llegue luz a muchas almas”.



Profecías, Decretos, Preceptos y Conjeturas dictados por la Santísima Virgen, Jesús y Dios Omnipotente Uno y Trino a mi alma mexicana.
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Martes 29 de Abril del 2014.                     Santísimo  4:30 p.m.

La razón porque un corazón se entrega a mí es porque conoce el Misterio Divino que contempla mi Pasión Dolorosa. El dolor no hace daño cuando se ofrece. Es sumiso y fiel a mí quien concede su sufrir para apaciguar mi ira. Porque el amor es así, se atesora el dolor y se piensa y se reflexiona en mi Pasión Dolorosa que hizo posible que el sufrimiento otorgara y favoreciera la gracia de vivir a plenitud conmigo. Para realizar la obra de misericordia deben atesorar que dí mi vida por amor y ofrecí todo lo que tenía para volver ustedes a ser hijos de Dios. El dolor se otorga en caridad y este se ofrece cuando las almas necesitan reconocerme. Si tú padeces un suplicio ofrécemelo por las almas que necesitan ser reconciliadas conmigo uniendo tu dolor al mío. Cuando el dolor se ofrece en caridad la respuesta mía es conceder que muchas almas sean salvas. Hay que saber descubrir el Misterio Salvífico que hizo posible que mi luz llegara a las almas que no me conocen.
      La luz da alegría, se plasma en lo profundo del corazón y se deja ahí para que ilumine otras almas. Saber ofrecer el dolor que padecen hace que yo me conduela de ustedes y les de la paz y la sanidad de su corazón que padece. Es necesario aprender a hacerlo. Y esto es así: “Dulce Jesús , te ofrezco mi dolor y suplicio que estoy padeciendo por los méritos de tu Pasión Dolorosa y los uno a ti para que des luz a las almas que necesitan reconocerte y hacerse fieles a ti. Te ofrezco mi dolor siempre y en cada instante porque mi vida esté llena de la alegría de tu corazón que me invita a renovarme día a día”. Cuando ustedes hacen un ofrecimiento hacia mí rompen barreras contra el mal y hacen posible que la luz otorgada llegue a otras lamas que padecen y no reconocen que sano  su corazón.
     Quien decide seguirme es revestido de bondad, de gracia santificante y del gozo perpetuo de vivir unidos a mí. Yo no doy dolor. El dolor que se padece es por el pecado que hay en cada alma. Saberlo ofrecer hace que mi corazón sienta alegría y la demuestro con gozo y paz en el alma  de quien posee esta “arma tan poderosa” que rompe y destruye vínculos con el enemigo y hace posible que llegue luz a muchas almas.
     Hoy ahondo en la fe que debe tener cada quien reconociendo que mis padecimientos valieron la pena para apagar el pecado y otorgar la paz a cada alma. Si alguien padece es preciso que conceda la oportunidad de recibir mi misión terrenal que le confiero para que apacigüe su vida. La lealtad depende de cada quien. Yo escojo las almas para servirme. Todas son llamadas pero son pocas las que logran realizar la obra majestuosa que le ofrezco. Yo dí mi vida por cada alma y todas son llamadas y escogidas, pero no todas renuncian al Mundo por mí. Es necesario hacerlo. Quien vive en el Mundo se contamina de pecado y pierde la vida. Pero quien renuncia al Mundo hace posible que el amor que doy a esa alma sea tan grande que ya no haya sufrimiento. Es posible, porque quien lo logra dá mérito a mi nombre. Muchos son los Santos que han alcanzado su misión terrenal. Compararse con ellos les enseña cómo vivir y expresarse en este tiempo de apostasía. La apostasía es la pérdida de la fe, de la palabra que dí y sigo dando a mis hijos. Las escrituras enseñan cómo vivir. Seguir mi palabra hace posible que ustedes cambien. Yo llevo a los corazones a donde me place siempre y cuando abran la puerta cuando toco. Porque quien me abre y me recibe se llena de alegría y la paz perdurable de un hijo fiel. Vale la pena la renuncia.
     Hoy se dice que Dios no vive. Si vivo y vivo en cada alma sumisa y fiel. Basta dar testimonio con la vida porque quien es fiel tiene la seguridad de ser salvo. La salvación viene a retribuir la alegría más grande de participar con amor para la eternidad en mi reino. Es el reino que ofrezco donde hay luz y armonía. No se dejan caer las almas y la paz perdurable permite una comunión perfecta.
     Los amo y les digo que den testimonio con sus obras de que el amor se percibe cuando hay paz. Les dejo mi paz y los abrigo siempre y cuando se dejen guiar por mí. El tiempo se acerca. Estén despiertos como los leones y precavidos con su lámpara encendida. Amén


Mis hijos pequeños
Cuando el amor se entrega se hace piadoso. Esta piedad se demuestra con las obras que hacen y se congratula de ser sumisa a mi Hijo amado. Quien sigue los pasos con vehemencia siente la presencia de mi hijo y la atesora. Saber vivir la presencia de él los hace dóciles a mi corazón que les entrega las gracias y las virtudes para poder vivir juntos y en armonía. Déjense amar por nosotros y vivan siempre en armonía. Loa amamos y les pedimos que gocen de la vida que se les entrega. Amén
Santa María del Corazón Inmaculado


Colosenses 1
24 Ahora me alegro de lo que sufro por ustedes, porque de esta manera voy completando, en mi propio cuerpo, lo que falta de los sufrimientos de Cristo por la iglesia, que es su cuerpo. 25 Dios ha hecho de mí un servidor de la iglesia, por el encargo que él me dio, para bien de ustedes, de anunciar en todas partes su mensaje, 26 es decir, el designio secreto que desde hace siglos y generaciones Dios tenía escondido, pero que ahora ha manifestado al pueblo santo. 27 A ellos Dios les quiso dar a conocer la gloriosa riqueza que ese designio encierra para todas las naciones. Y ese designio secreto es Cristo, que está entre ustedes y que es la esperanza de la gloria que han de tener.


2 Corintios 1
Acción de gracias
3 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues él es el Padre que nos tiene compasión y el Dios que siempre nos consuela. 4 Él nos consuela en todos nuestros sufrimientos, para que nosotros podamos consolar también a los que sufren, dándoles el mismo consuelo que él nos ha dado a nosotros. 5 Porque así como los sufrimientos de Cristo se desbordan sobre nosotros y nosotros sufrimos con él, así también por medio de Cristo se desborda nuestro consuelo. 6 Pues si nosotros sufrimos, es para que ustedes tengan consuelo y salvación; y si Dios nos consuela, también es para que ustedes tengan consuelo y puedan soportar con fortaleza los mismos sufrimientos que nosotros padecemos. 7 Tenemos una esperanza firme en cuanto a ustedes, porque nos consta que, así como tienen parte en los sufrimientos, también tienen parte en el consuelo.


Apocalipsis 3
14 »Escribe también al ángel de la iglesia de Laodicea: “Esto dice el Amén, el testigo fiel y verdadero, el origen de todo lo que Dios creó: 15 Yo sé todo lo que haces. Sé que no eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! 16 Pero como eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Pues tú dices que eres rico, que te ha ido muy bien y que no te hace falta nada; y no te das cuenta de que eres un desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 18 Por eso te aconsejo que de mí compres oro refinado en el fuego, para que seas realmente rico; y que de mí compres ropa blanca para vestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez, y una medicina para que te la pongas en los ojos y veas. 19 Yo reprendo y corrijo a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y vuélvete a Dios. 20 Mira, yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos. 21 A los que salgan vencedores les daré un lugar conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. 22 ¡El que tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias!”»


1 Pedro 5
«Dios se opone a los orgullosos,
pero ayuda con su bondad a los humildes.»
6 Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los enaltezca a su debido tiempo. 7 Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.
8 Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar. 9 Resístanle, firmes en la fe, sabiendo que en todas partes del mundo los hermanos de ustedes están sufriendo las mismas cosas. 10 Pero después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios los hará perfectos, firmes, fuertes y seguros. Es el mismo Dios que en su gran amor nos ha llamado a tener parte en su gloria eterna en unión con Jesucristo. 11 A él sea el poder para siempre. Amén.


Lucas 12
Riqueza en el cielo
32 »No tengan miedo, ovejas mías; ustedes son pocos, pero el Padre, en su bondad, ha decidido darles el reino. 33 Vendan lo que tienen, y den a los necesitados; procúrense bolsas que no se hagan viejas, riqueza sin fin en el cielo, donde el ladrón no puede entrar ni la polilla destruir. 34 Pues donde esté la riqueza de ustedes, allí estará también su corazón.
Hay que estar preparados
35-36 »Sean como criados que están esperando a que su amo regrese de un banquete de bodas, preparados y con las lámparas encendidas, listos a abrirle la puerta tan pronto como llegue y toque. 37 Dichosos los criados a quienes su amo, al llegar, encuentre despiertos. Les aseguro que el amo mismo los hará sentarse a la mesa y se dispondrá a servirles la comida.38 Dichosos ellos, si los encuentra despiertos aunque llegue a la medianoche o de madrugada. 39 Y sepan ustedes esto: que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. 40 Ustedes también estén preparados; porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.»

Dominus es vivus <3


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