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Mensaje del 21 de Diciembre del 2013

Prediquen palabras sabias que vienen de mí y escuchen mi voz que les llama a una vida nueva, llena de pureza, donde el amor abunda y la paz constante habita. Por el amor que me tienen no desoigan mis llamados que alimentan el alma y nutren su corazón de verdaderas bendiciones”.



Profecías, Decretos, Preceptos y Conjeturas dictados por la Santísima Virgen, Jesús y Dios Omnipotente Uno y Trino a mi alma mexicana. 
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Sábado 21 de Diciembre del 2013.                         Tabernáculo 5:30 p.m.

Mis hijos amorosos!
Cuántos de ustedes son capaces de renunciar al Mundo por mí? Quien lo hace ha comprendido la importancia de cambiar de vida alejados de todo lo que pervierte, ensucia y pierde el alma. El Mundo no ofrece nada bueno, ha caído en la iniquidad y hoy se necesita reconocer que sin mí no se puede sobrevivir. La vida que doy a las almas hace que ellas reconozcan la importancia de dejarse guiar por mí. Para eso es imperioso fortalecer esa comunión conmigo viviendo de manera honrosa. Quien dice ser mío debe ser un alma que se esfuerce mucho por proclamar las enseñanzas que doy dando ejemplo con su vida. El cambio radical que se necesita es aquel que desiste del placer, los vicios, la herejía, el derroche excesivo de bienes, la idolatría y acciones paganas que solo conllevan a perderse. La unión permanente que ustedes tengan conmigo los reviste de pureza y les permite hacer a un lado acciones amorales y de perdición constante. Cada alma que se une a mí es transformada y pulida con delicadeza. Son llevadas a una vida nueva donde el amor existe, la esperanza viene y el augurio bueno perdura. Las almas generosas que se conduelen de otras que sufren han comprendido la importancia de dar amor sin recibir nada. Porque la reciprocidad si existe y es aquella cuando las almas se entregan al servicio y dan muestras del amor que les doy y sus acciones son bien retribuidas por mí. Yo soy quien viene a darles esperanza, paz y una alegría constante. Importante es reconocer que las almas que buscan la comunión conmigo necesitan reforzar su Fe a través de las lecciones de vida que doy. Estas son para que aprendan a vivir de manera justa, bondadosa y con amor. Busquen siempre la imagen de un Dios que ama a sus hijos. Sientan mi presencia cuando los llamo. Permitan que yo me manifieste en sus vidas haciéndose dóciles a la infusión paráclita que los reviste de verdad. La sencillez y humildad deben caber en sus vidas. Abran su corazón hacia mí. Oigan mis pasos cuando vengo, escuchen el silencio, aprendan a orar y percibir mi presencia sutil que habita en ustedes. Abran su entendimiento y déjenme morar en él. La capacidad de reconciliación ayuda a que esa entrega sea dócil a mí. No busquen mi presencia en el Mundo, porque en él solo hay perdición. Prediquen la verdad permitiendo que el Espíritu Santo les de sabiduría. Para eso es necesario e importante abrirse a su percepción por medio de la oración profunda que los lleva a contemplar la grandeza mía. Yo soy Dios quien habita y mora en las almas dóciles que hace un llamado a las almas: conviértanse pronto y escuchen mis palabras. Quien es fiel se santifica y recibe de lo que es mío. Yo soy santo y habito en mis hijos fieles que han permitido que los guíe y los transforme. Escuchen mi voz suplicante que los llama constantemente. Quiero que comprendan que todas las almas que se abren a mí son capaces de percibir el bien y el mal. La comprensión y constancia sobre las cosas a las que necesitan renunciar los hará fuertes ante los ataques e insidias del maligno que viene a destruir todo propósito bueno y noble. Al fortalecerse en esta comunión conmigo son revestidos de bendiciones abundantes y ellas dan testimonio por sí mismas de un Dios que vive en las almas fieles. Yo soy quien vengo a ustedes a participarles de mi salvación. Quiero que ustedes se ofrezcan como holocaustos vivos ofreciendo su dolor, su sufrir por el bien de las almas. Cuando el amor se entrega a través del sacrificio ha alcanzado la plenitud del alma. Porque quien reconoce que por amor morí y entregué mi vida se une a mí en esta misión salvadora que retribuye bendición a las almas que sufren mucho y no me conocen. La salvedad de las almas se demuestra con actos generosos de entrega que cumplan su misión terrenal aprendiendo a dar por amor mucho sacrificio que permite que las almas sean purificadas. La comprensión a este misterio salvífico les ayuda a ahondar en la fe y a reconocer que por amor se sufre y quien sufre por amor se entrega en caridad a las almas. Cuando se padece mucho por la salvedad de las almas se ha reconocido ese misterio salvífico que se entrega y se une a mí para que se abran los torrentes de mi Misericordia donde se encuentre reconciliación. Cuando un alma perece porque no me ha reconocido necesita luz. La luz soy yo. Esa luz que está distante puede ser apreciada en el momento justo cuando el alma pecadora reconoce sus faltas y sintiendo un profundo arrepentimiento me llama. Yo escucho a las almas y me reconcilio con aquellas que tienen anhelos de conocerme. Más sin embargo no es fácil un cambio radical en esas almas. Se necesita arrojo para volver a mí. La necesidad constante de su vida precaria no ayuda. Pero yo vengo a resarcir el profundo dolor que padecen a través de muchas almas que se ofrecen con constancia a mí, dando testimonio de un Dios generoso que habita en el Mundo y que desea que se transformen profundamente. Esas almas que se entregan con vehemencia han comprendido la necesidad imperiosa de permitir que yo guíe sus pasos para que a través de ellas yo manifieste mi amor a todos aquellos que viven apartados de mí.
Les pido publiquen mis enseñanzas y den testimonio con sus actos de un Dios que viene y llama a su pueblo y desea que se entreguen a él para ayudarlos a caminar en este Mundo donde habita el pecado y la perdición constante. Los signos manifiestos que les dejo compártanlos. Dedíquense a guiar a otros y díganles que los amo, que vuelvan a mí. Hoy vengo y les pido que oren mucho porque las almas se reconcilien conmigo y se abran a mi llamado urgente de conversión. Prediquen palabras sabias que vienen de mí y escuchen mi voz que les llama a una vida nueva, llena de pureza, donde el amor abunda y la paz constante habita. Por el amor que me tienen no desoigan mis llamados que alimentan el alma y nutren su corazón de verdaderas bendiciones. Los amo. Vengo pronto. Amén
Jesús Misericordia Divina


Mis niños bonitos!
No soy su Madre yo? Mi alma anhela que ustedes comprendan la importancia de unirse a mí a través de la oración para que pronto destruyamos los males que hay y se entreguen a Dios con amor. La vida se atesora, se ruega por ella, se enaltece y se aparta del mal. Por eso les pido que se unan a mí y rezando el Rosario formemos un batallón que rompa y destruya los males que hay. La entrega total que ustedes hagan hará que este Mundo cambie. El triunfo de mi Corazón Inmaculado está sujeto a la entrega de ustedes. La constancia aplacará los males que hay y destruirá todo propósito perverso de Satanás. Por lo tanto les pido se unan a mí y que junto con mi amado Hijo purifiquemos a la Iglesia Santa que padece por la omisión de aquellos hijos consagrados que no permiten que el Espíritu Santo les guíe. Los amo. No dejen de orar. Amén
Santa María del Corazón Inmaculado


1 Juan 3
3 Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. 2 Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. 3 Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro.
4 Pero todo el que peca, hace maldad; porque el pecado es la maldad. 5 Ustedes ya saben que Jesucristo vino al mundo para quitar los pecados, y que él no tiene pecado alguno. 6 Así pues, todo el que permanece unido a él, no sigue pecando; pero todo el que peca, no lo ha visto ni lo ha conocido. 7 Hijitos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo; 8 pero el que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo.
9 Ninguno que sea hijo de Dios practica el pecado, porque tiene en sí mismo el germen de la vida de Dios; y no puede seguir pecando porque es hijo de Dios. 10 Se sabe quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo, porque cualquiera que no hace el bien o no ama a su hermano, no es de Dios.


Salmo 51
Oh Dios, ten compasión de mí
(1) Del maestro de coro. Salmo de David, (2) después que el profeta Natán lo reprendió por haber cometido adulterio con Betsabé.
51 (3) Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí;
por tu gran ternura, borra mis culpas.
2 (4) ¡Lávame de mi maldad!
¡Límpiame de mi pecado!
3 (5) Reconozco que he sido rebelde;
mi pecado no se borra de mi mente.
4 (6) Contra ti he pecado, y sólo contra ti,
haciendo lo malo, lo que tú condenas.
Por eso tu sentencia es justa;
irreprochable tu juicio.
5 (7) En verdad, soy malo desde que nací;
soy pecador desde el seno de mi madre.
6 (8) En verdad, tú amas al corazón sincero,
y en lo íntimo me has dado sabiduría.
7 (9) Purifícame con hisopo, y quedaré limpio;
lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
8 (10) Lléname de gozo y alegría;
alégrame de nuevo, aunque me has quebrantado.
9 (11) Aleja de tu vista mis pecados
y borra todas mis maldades.
10 (12) Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!,
¡dame un espíritu nuevo y fiel!
11 (13) No me apartes de tu presencia
ni me quites tu santo espíritu.
12 (14) Hazme sentir de nuevo el gozo de tu salvación;
sosténme con tu espíritu generoso,
13 (15) para que yo enseñe a los rebeldes tus caminos
y los pecadores se vuelvan a ti.
14 (16) Líbrame de cometer homicidios,
oh Dios, Dios de mi salvación,
y anunciaré con cantos que tú eres justo.
15 (17) Señor, abre mis labios,
y con mis labios te cantaré alabanzas.
16 (18) Pues tú no quieres ofrendas ni holocaustos;
yo te los daría, pero no es lo que te agrada.
17 (19) Las ofrendas a Dios son un espíritu dolido;
¡tú no desprecias, oh Dios, un corazón hecho pedazos!
18 (20) Haz bien a Sión, por tu buena voluntad;
vuelve a levantar los muros de Jerusalén.
19 (21) Entonces aceptarás los sacrificios requeridos,
las ofrendas y los holocaustos;
entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar.


Marcos 8
34 Luego Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y dijo:
—Si alguno quiere ser discípulo mío, olvídese de sí mismo, cargue con su cruz y sígame. 35 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda la vida por causa mía y por aceptar el evangelio, la salvará. 36 ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde la vida? 37 O también, ¿cuánto podrá pagar el hombre por su vida? 38 Pues si alguno se avergüenza de mí y de mi mensaje delante de esta gente infiel y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga con la gloria de su Padre y con los santos ángeles.


Salmo 119
105 Tu palabra es una lámpara a mis pies
y una luz en mi camino.


1 Tesalonicenses 4
2 Ustedes conocen las instrucciones que les dimos por la autoridad del Señor Jesús. 3 Lo que Dios quiere es que ustedes lleven una vida santa, que nadie cometa inmoralidades sexuales 4 y que cada uno sepa dominar su propio cuerpo en forma santa y respetuosa, 5 no con pasión y malos deseos como las gentes que no conocen a Dios. 6 Que nadie abuse ni engañe en este asunto a su prójimo, porque el Señor castiga duramente todo esto, como ya les hemos advertido. 7 Pues Dios no nos ha llamado a vivir en impureza, sino en santidad. 8 Así pues, el que desprecia estas enseñanzas no desprecia a ningún hombre, sino a Dios, que les ha dado a ustedes su Espíritu Santo.


1 Timoteo 4
Las falsas enseñanzas
4 Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos renegarán de la fe, siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios. 2 Harán caso a gente hipócrita y mentirosa, cuya conciencia está marcada con el hierro de sus malas acciones. 3 Esta gente prohíbe casarse y comer ciertos alimentos que Dios ha creado para que los creyentes y los que conocen la verdad los coman, dándole gracias. 4 Pues todo lo que Dios ha creado es bueno; y nada debe ser rechazado si lo aceptamos dando gracias a Dios, 5 porque la palabra de Dios y la oración lo hacen puro.
6 Enseña estas cosas a los hermanos, y serás un buen servidor de Cristo Jesús, un servidor alimentado con las palabras de la fe y de la buena enseñanza que has seguido.
7 Pero no hagas caso de cuentos mundanos y tontos. Ejercítate en la piedad; 8 pues aunque el ejercicio físico sirve para algo, la piedad es útil para todo, porque tiene promesas de vida para el presente y para el futuro. 9 Esto es muy cierto, y todos deben creerlo. 10 Por eso mismo trabajamos y luchamos, porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente, que es el Salvador de todos, especialmente de los que creen.
11 Estas cosas tienes que mandar y enseñar. 12 Evita que te desprecien por ser joven; más bien debes ser un ejemplo para los creyentes en tu modo de hablar y de portarte, y en amor, fe y pureza de vida. 13 Mientras llego, dedícate a leer en público las Escrituras, a animar a los hermanos y a instruirlos. 14 No descuides los dones que tienes y que Dios te concedió cuando, por inspiración profética, los ancianos de la iglesia te impusieron las manos.
15 Pon tu cuidado y tu atención en estas cosas, para que todos puedan ver cómo adelantas. 16 Ten cuidado de ti mismo y de lo que enseñas a otros, y sigue firme en todo. Si lo haces así, te salvarás a ti mismo y salvarás también a los que te escuchan.


1 Pedro 1
Dios nos llama a una vida santa
14 Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. 15 Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; 16 pues la Escritura dice: «Sean ustedes santos, porque yo soy santo.»
17 Si ustedes llaman «Padre» a Dios, que juzga a cada uno según sus hechos y sin parcialidad, deben mostrarle reverencia durante todo el tiempo que vivan en este mundo. 18 Pues Dios los ha rescatado a ustedes de la vida sin sentido que heredaron de sus antepasados; y ustedes saben muy bien que el costo de este rescate no se pagó con cosas corruptibles, como el oro o la plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, que fue ofrecido en sacrificio como un cordero sin defecto ni mancha. 20 Cristo había sido destinado para esto desde antes que el mundo fuera creado, pero en estos tiempos últimos ha aparecido para bien de ustedes. 21 Por medio de Cristo, ustedes creen en Dios, el cual lo resucitó y lo glorificó; así que ustedes han puesto su fe y su esperanza en Dios.
22 Ahora ustedes, al obedecer al mensaje de la verdad, se han purificado para amar sinceramente a los hermanos. Así que deben amarse unos a otros con corazón puro y con todas sus fuerzas. 23 Pues ustedes han vuelto a nacer, y esta vez no de padres humanos y mortales, sino de la palabra de Dios, que es viva y permanente. 24 Porque la Escritura dice:
«Todo hombre es como hierba,
y su grandeza es como la flor de la hierba.
La hierba se seca y la flor se cae,
25 pero la palabra del Señor permanece para siempre.»
Y esta palabra es el evangelio que se les ha anunciado a ustedes.


Apocalipsis 22
12 «Sí, vengo pronto, y traigo el premio que voy a dar a cada uno conforme a lo que haya hecho. 13 Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin.»
14 Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y poder entrar por las puertas de la ciudad. 15 Pero fuera se quedarán los pervertidos, los que practican la brujería, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los que adoran ídolos y todos los que aman y practican el engaño.