Mensaje del 06 de Febrero del 2014

“Cuando la cruz que acabó con mi vida derrote al mal entonces vendrá mi batalla final donde escogeré a los buenos y los transformaré de pureza y cuando esto suceda habré dejado en mi Pueblo fiel la enseñanza que trajo vida, esperanza y unión”.

Profecías, Decretos, Preceptos y Conjeturas dictados por la Santísima Virgen, Jesús y Dios Omnipotente Uno y Trino a mi alma mexicana.
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Jueves 06 de Febrero del 2014.                  Santa Misa y Santísimo 6:00 p.m.

Hijos amados de mi corazón!

     Las bendiciones constantes que caen del cielo debilitan en mucho a los males existentes. Hoy en el Mundo las obras del diablo han hecho que mis hijos me nieguen. Son muchos aquellos que después de consagrados se fueron de mi presencia por permitir que el diablo les enseñara a reconocer el Mundo y a apartarse de mí. Saberse fiel a mí no es el hecho de decir que saben orar, que reconocen las escrituras y que saben guiar a mis hijos si no permiten que yo les dé luz. La luz hace posible que reconozcan mi presencia activa en el Pueblo. Es aquella que se hace manifiesta a través de la sabiduría que les instruye, fortalece la comunión y debilita las herejías impuestas por muchas almas que dicen ser mis hijos pero con sus hechos me han negado. Negar a Cristo es algo que hacen las almas que han permitido que las cosas del Mundo los atraigan. Aquel que dice que es mi hijo y no reconoce mi enseñanza es porque ha permitido que a través del diablo se me niegue. El Mundo ofrece placer constante, lasitud, idolatría principalmente al dinero, discordias, odios y muerte.

     Cuando las almas manifiestan que mi vida les trae dicha es porque yo estoy en ellos. Al abrirse a mi presencia se llenan de bienes espirituales que refuerzan la fe y que atraen gracias indescifrables. A través de ellas se hace manifiesta mi participación en las almas que se unen a mí. Porque yo Dios hago posible que aquellas almas que permiten que yo los lleve de la mano y les haga reconocer que la vida les da alegría, hacen posible que los anhelos míos se cumplan. Un día dije que si no se convertían a mí acabarían por perder su vida. Hoy les digo que las enseñanzas les dan luz y verdad. Esa luz está distante de muchas almas que no permiten que yo les hable porque para ellas es más importante su persona que la imagen de un Dios que se manifestó al Mundo a través del sacrificio que hizo. Porque las almas que reconocen que mi vida dió luz es porque saben bien que en ellos moro. Hoy las almas han apreciado mi presencia en sus vidas y dedican su tiempo a servirme. Más sin embargo aquellas que no me reconocen y apostatan contra mí perderán la vida. Porque yo soy Dios, y Dios es aquel que solo mora en aquellas almas que viven de acuerdo a mi voluntad. Negarme hace que Satanás venga y destruya todo propósito de tener vida. La vida la doy yo y esa vida se acaba cuando las almas se apagan y van dejando la vida que les ofrezco. Esa vida solo se reconoce en las almas que son mías. Aquellas que se apagan y sufren necesitan ser guiadas por mí. Porque yo fortalezco el alma, la sujeto fuerte y le reditúo vida. Esa vida que se aleja de las circunstancias adversas que le traen odios y discordias. Al reconocer que la luz inunda al alma cuando se hacen dóciles a mí abre los lazos de amor entre hermanos que dedican su tiempo a servirme. El servicio se gratifica y éste es dando significado a su vida. La vida se debilita cuando el pecado entra, pero cuando permiten que yo les ayude se reconoce el pecado. Ese pecado hace que el alma sufra también. Porque aquellas almas que se hacen dóciles se purifican con constancia, dejando todo aquello que ensucia y pervierte su vida.

     La vida que les doy da alegría constante que se llena de paz que perdura y esta paz se representa a través de los beneficios que se reciben por seguirme. Cada vez que las almas vienen a mí es porque conocen bien que el camino seguro soy yo. Más sin embargo las circunstancias de la vida debilitan esa comunión cuando ustedes permiten que el dolor entre e inunde su alma. Aquel que reconoce que el dolor yo lo sano es porque ha aprendido a vivir. Yo no doy dolor. Debilito las obras del diablo. Estas son aquellas que hacen posible la muerte. Pero esa muerte es aquella que hace que se pierda el alma para siempre. Las obras del diablo se debilitan con la comunión conmigo. Estas son aquellas mismas que vienen reflejadas en las escrituras y que sostienen que la luz sobreabundó y el pecado se debilitó. Porque la omisión de ésto ha hecho que mis hijos piensen que yo no veo lo que hacen. Yo soy Dios. Todo lo veo, todo lo conozco. A las almas las recojo cuando caen y las ayudo a levantarse sosteniendo su vida con la ayuda que les doy. Esta ayuda es aquella que apremia en las almas que no me conocen. Para que esto suceda deben dedicar tiempo al servicio imprescindible para todas las almas sumisas. La obediencia es tan importante que aquellas almas que no la reconocen es porque han preferido servir al enemigo. Aquel que debilita las obras del diablo soy yo a través de muchas almas que se esfuerzan por dar luz, luz que reciben de mí. Esta luz que se recibe por medio de la infusión de mi Espíritu Santo da salvezza.

     Porque aquella alma que tiene la sabiduría que viene de mí se basta a sí misma para propagarla. Los anhelos de un Dios bueno que ama y que quiera que sean sanos, buenos y benditos me permiten reflejar en ustedes la ilusión de un Dios que sabe guiar a los hijos que el Padre le dió. Al reconocer mi vida en ustedes destruyen los propósitos malsanos que hacen posible que la fe se apague. Cuando se reconoce que mis hijos fieles a mí sanan en lo profundo de su corazón es porque los males caen. Aquellos males que hacen posible la angustia, la tristeza y la deslealtad hacia un Dios que quiere que cambien. Cuando yo oigo los clamores de mis hijos es porque ellos abren su corazón hacia mí. Los corazones los sano yo, debilito el mal existente y les doy amor. El amor reditúa la más grande creación existente. Por ella se hizo posible la vida y con esta llegó la verdad. Cuando la verdad llega se refleja la unión entre mis hijos. Combatir el mal existente requiere de un esfuerzo grande de parte de ustedes. Esa unión que fructifica y da anhelo debilita los males que acarrean muerte, desolación y una proporción muy grande de perdición. Aquellas almas que reconocen que el Mundo está sumergido en la obscuridad constante es porque saben bien que quienes pertenecen a él han hecho de su Dios al Mundo pagano. Este Mundo lleno de ofensas hacia mí, con lujos y derroches sin compartir, donde impera la maldad y la pereza constante hace que se acabe la fe. Porque Dios requiere que sus hijos ofrezcan obras buenas, esas que reditúan que su presencia vívida se manifieste en muchas  almas a través de los gestos de amor que abren lazos y los llenan de luz. Hoy sufren porque no me conocen. Porque quien me conoce sabe bien que mi dolor trajo vida y apagó los males existentes. Cuando las almas se entregan a mí yo las tomo y las llevo a un Mundo nuevo donde el amor es grande y aunque el dolor llegue saben bien que yo lo tomo y lo hago luz. Porque para poder apreciar la vida se necesita arrojo. Ese arrojo es aquel que debe existir en las almas sumisas a mí que dejan huella a través de sus pasos y hacen constante bien. Cuando las almas aprenden a vivir ofrecen su dolor por las almas que necesitan reconocer a un Dios bueno que si escucha y que quiere que todos sean salvos. Pero el dolor que no se ofrece acaba por contaminar el alma cuando el rencor y el odio los transforman en almas perdidas a la luz que les doy. Para reconocer que la salvación se recibe de mí deben saber bien que la moraleja de esta enseñanza es aquella que habla de la verdad que soy yo y ayuda a las almas a resarcir su dolor. Las almas que reconocen que di vida a través del suplicio y sacrificio que hice es porque ellas saben bien que este retribuyó en la salvedad de las almas que han  ofrecido su vida por mí y que reconocen que vivo. La viveza de las almas es reconocida por medio de la unión que predica que Dios vive y está presente siempre en cada alma que abre su corazón hacia mí. Este corazón que debe ser reconciliado conmigo y que aplaca los males del Mundo que han traído discordia, hambruna y enfermedad constante. El dolor de mis hijos lo sufro yo. Porque yo veo que esas almas requieren de ustedes donde se represente mi existencia dando sentido a aquello que dije que es que  la caridad unida  a mí hace posible que el cielo se abra y al abrirse la justicia recae sobre el Mundo. Yo vine a traer justicia y esa justicia hace posible la esperanza que da paz. Para que los males existentes se acaben se necesita de una unión forte que permita que se vea reflejada mi presencia y cuando esto suceda sabrán bien que yo si los amé desde siempre. Que no hice sufrir a mis hijos. Sin embargo si el mal existe es porque la lasitud constante y la idolatría han hecho que yo no sea expuesto como Dios vivo y omnipotente. La deslealtad de muchas almas que no han apreciado que mi venida les trae justicia hará que acaben por perder la vida. Esa vida llena de gracia y que se transforma en grandes obras. A través de ellas veo a mis hijos que se esfuerzan por proclamar las enseñanzas que les doy.

     Fructifiquen con sus obras la luz abundante que otorgo y den constancia de que Dios viene pronto a levantar a mis hijos, distribuir la cosecha y permitir que mi Iglesia se levante. Cuando la cruz que acabó con mi vida derrote al mal entonces vendrá mi batalla final donde escogeré a los buenos y los transformaré de pureza y cuando esto suceda habré dejado en mi Pueblo fiel la enseñanza que trajo vida, esperanza y unión. Para fortalecerse dediquen tiempo a unirse a mí por medio del sacrificio perpetuo que hizo posible que la justicia llene de gracia a las almas. Para eso les pido que oren y me pidan que su unión les dé a ustedes la fortaleza de saberse regir en este Mundo apartándose de las cosas que hacen daño. Cuando ustedes comprendan que la unión fortalece al alma harán vida mi presencia en el Mundo a través de las enseñanzas que les doy. No dejen de asistir a la Misa Santa que hace posible que yo me manifieste al proclamar la consagración del pan y el vino, transformados en cuerpo y sangre mía, que alimenta y les permite ser distinguidos de los demás. Comprensible es reconocer que a través de la Eucaristía yo vivo en ustedes y al vivir en ustedes se unen a mí en un solo cuerpo que hace posible que mi Iglesia Santa no perezca. Los amo. Debiliten el mal siempre y constantemente perfecciónense en la caridad. Amén

Jesús Misericordia Divina

Ángeles míos!

     Hijos amorosos que hacen posible esta unión, les pido que escuchen la enseñanza de hoy y pidan que este Mundo aprecie la voluntad de mi Hijo de reunirlos y reconciliarlos con él. Cuando esto suceda el Triunfo de un Corazón noble como el mío que permanece siempre limpio y proporcionó ayuda a todos mis hijos aplastará la cabeza de Satanás por siempre opacando todo designio mal habido y redituando vida en todas las almas a través  de mi amado Hijo que hizo posible que con su muerte la justicia llegara. Los errores que llevaron a las almas a anegarse terminarán por transformarse uniéndose a mí y con esta unión reconocer que el Mundo vencido por el pecado les ha traído la plenitud de reconocerse hijos de Dios. Al alimentarse de la palabra que se les da se hacen fieles y esta unión les trae concordia y la paz asegurada. Reúnanse y en comunión conmigo y mi Hijo amoroso demos abundante bendición al Mundo. Los amo. Su Madre que siempre está presente en todos les dice: no dejen de orar. Amén

Santa María del Corazón Inmaculado

1 Pedro 5

6 Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los enaltezca a su debido tiempo. 7 Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.

8 Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar.9 Resístanle, firmes en la fe, sabiendo que en todas partes del mundo los hermanos de ustedes están sufriendo las mismas cosas. 10 Pero después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios los hará perfectos, firmes, fuertes y seguros. Es el mismo Dios que en su gran amor nos ha llamado a tener parte en su gloria eterna en unión con Jesucristo. 11 A él sea el poder para siempre. Amén.

Mateo 13

18 »Escuchen, pues, lo que quiere decir la parábola del sembrador: 19 Los que oyen el mensaje del reino y no lo entienden, son como la semilla que cayó en el camino; viene el maligno y les quita el mensaje sembrado en su corazón. 20 La semilla que cayó entre las piedras representa a los que oyen el mensaje y lo reciben con gusto, 21 pero como no tienen suficiente raíz, no se mantienen firmes; cuando por causa del mensaje sufren pruebas o persecución, fallan. 22 La semilla sembrada entre espinos representa a los que oyen el mensaje, pero los negocios de esta vida les preocupan demasiado y el amor por las riquezas los engaña. Todo esto ahoga el mensaje y no lo deja dar fruto en ellos. 23 Pero la semilla sembrada en buena tierra representa a los que oyen el mensaje y lo entienden y dan una buena cosecha, como las espigas que dieron cien, sesenta o treinta granos por semilla.»

Efesios 6

El combate espiritual del cristiano

10 Y ahora, hermanos, busquen su fuerza en el Señor, en su poder irresistible. 11 Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo. 12 Porque no estamos luchando contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de tinieblas que nos rodea. 13 Por eso, tomen toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan resistir en el día malo y, después de haberse preparado bien, mantenerse firmes.

14 Así que manténganse firmes, revestidos de la verdad y protegidos por la rectitud. 15 Estén siempre listos para salir a anunciar el mensaje de la paz. 16 Sobre todo, que su fe sea el escudo que los libre de las flechas encendidas del maligno. 17 Que la salvación sea el casco que proteja su cabeza, y que la palabra de Dios sea la espada que les da el Espíritu Santo. 18 No dejen ustedes de orar: rueguen y pidan a Dios siempre, guiados por el Espíritu. Manténganse alerta, sin desanimarse, y oren por todo el pueblo santo. 

1 Juan 3

7 Hijitos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo; 8 pero el que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo.

1 Timoteo 4

Las falsas enseñanzas

4 Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos renegarán de la fe, siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios. 2 Harán caso a gente hipócrita y mentirosa, cuya conciencia está marcada con el hierro de sus malas acciones6 Enseña estas cosas a los hermanos, y serás un buen servidor de Cristo Jesús, un servidor alimentado con las palabras de la fe y de la buena enseñanza que has seguido.

2 Pedro 2

Los falsos maestros

2 Hubo también falsos profetas entre el pueblo de Israel; y así habrá falsos maestros entre ustedes. Ellos enseñarán con disimulo sus dañinas ideas, negando de ese modo al propio Señor que los redimió; esto les atraerá una rápida condenación.2 Muchos los seguirán en su vida viciosa, y por causa de ellos se hablará mal del camino de la verdad. 3 En su ambición de dinero, los explotarán a ustedes con falsas enseñanzas; pero la condenación los espera a ellos sin remedio, pues desde hace mucho tiempo están sentenciados.

17 Esos maestros son como pozos sin agua, como nubes llevadas por el viento; están condenados a pasar la eternidad en la más negra oscuridad. 18 Dicen cosas altisonantes y vacías, y con vicios y deseos humanos seducen a quienes a duras penas logran escapar de los que viven en el error. 19 Les prometen libertad, siendo ellos mismos esclavos de la corrupción; porque todo hombre es esclavo de aquello que lo ha dominado. 20 Pues los que han conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, y han escapado así de las impurezas del mundo, si se dejan enredar otra vez en esas cosas y son dominados por ellas, quedan peor que antes.21 Hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino recto que, después de haberlo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado. 

Job 22

 21 Ponte de nuevo en paz con Dios,
y volverás a tener prosperidad.
22 Deja que él te instruya,
grábate en la mente sus palabras.
23 Si te humillas, y te vuelves al Todopoderoso,
y alejas el mal de tu casa,
24 y si miras aun el oro más precioso
como si fuera polvo, como piedras del arroyo,
25 el Todopoderoso será entonces
tu oro y tu plata en abundancia.
26 Él será tu alegría,
y podrás mirarlo con confianza.
27 Si le pides algo, él te escuchará,
y tú cumplirás las promesas que le hagas.
28 Tendrás éxito en todo lo que emprendas;
la luz brillará en tu camino.
29 Porque Dios humilla al orgulloso
y salva al humilde.
30 Él te librará, si eres inocente,
si estás limpio de pecado.

Juan 16

33 Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo.

Hebreos 12

12 Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante. 2 Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo y alegría; y se sentó a la derecha del trono de Dios.

Mateo 10

Hablar sin temor

26 »No tengan, pues, miedo de la gente. Porque no hay nada secreto que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse. 

1 Juan 5

18 Sabemos que el que tiene a Dios como Padre, no sigue pecando, porque el Hijo de Dios lo cuida, y el maligno no lo toca.19 Sabemos que somos de Dios y que el mundo entero está bajo el poder del maligno. 20 Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos al que es verdadero, es decir, a su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida eterna. 21 Hijitos, cuídense de los dioses falsos.

Efesios 4

31 Alejen de ustedes la amargura, las pasiones, los enojos, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. 32 Sean buenos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.

Apocalipsis 22

12 «Sí, vengo pronto, y traigo el premio que voy a dar a cada uno conforme a lo que haya hecho. 13 Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin.»

14 Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y poder entrar por las puertas de la ciudad. 15 Pero fuera se quedarán los pervertidos, los que practican la brujería, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los que adoran ídolos y todos los que aman y practican el engaño.

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