“Hoy te invito a seguirme y a asegurar una vida feliz. Con la capacidad de reconocerse fieles a mí doy honor a las almas, las atraigo a mi Misericordia que da vida y los torrentes de ella abren el paso a mi presencia mística que les ayuda a permanecer en mi Corazón bendito y puro”.
Profecías, Decretos, Preceptos y Conjeturas
dictados por la Santísima Virgen, Jesús y Dios Omnipotente Uno y Trino a mi
alma mexicana.
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Viernes 27 de Junio del 2014. Santísimo y Santa Misa 5:00
p.m.
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús
Mis hijos amados!
Hoy
quiero dar conocimiento de mi soledad. En mi búsqueda participo a las almas la
comunión que permite revestir su alma de mi presencia. Más sin embargo la
deslealtad se apodera de muchas almas que me dicen que me aman pero que con sus
actos me aborrecen.
Yo
soy Dios, vivo en las almas sumisas y las llevo de la mano a una vida nueva
donde puedan encontrar el camino seguro que lleva a la reconciliación profunda
conmigo. Cuando la deslealtad se apodera de las almas mi corazón sufre, se abre
y se agrieta dejando en él deshonestidad y falta de fe. Yo voy en busca de
almas sumisas que sepan darse a mí y conmiserarse de otras almas que sufren. El
dolor apaga la alegría de la vida y esta vida se hizo para satisfacer a las
almas con mi amor que da salveza. Este amor que doy participa perdón a las
almas que saben reconocerse que han pecado y en su búsqueda me encuentran a mí
que estoy abierto a la gracia que da paz. La pereza ha hecho de mis hijos que
me abandonen y me olviden. Yo soy Dios y vine al Mundo a participar salveza.
Quien sabe reconocer mi pasión dolorosa y mi sacrificio que hice ha comprendido
su misión que se une a mí. La participación conmigo se abre a los torrentes de
mi Misericordia donde hago constar que es el amor lo que apaga el odio. El odio
se arraiga en las almas, van perdiendo la fe y por tanto sufren. Yo vine a
participar salveza. Con la vida les dí la unión particular que abre lazos al
amor, doblega el alma y la hace fiel. Yo soy Dios. Vivo en el alma sumisa y
arranco de ella los males que en ella existen. Para eso es preciso reconocer
que imposible es, si no se abren a mí, dar bendición a su alma. Porque yo
habito en las almas puras que pecan pero que saben reconocer a tiempo su
deslealtad hacia mí y cambian de rumbo para morar y habitar en mi corazón puro,
dejando todo aquello que empaña la vida y acaba con ella.
La
perdición se ha arraigado en muchas almas que se consagraron a mí. El
desmerecimiento hacia mi potestad arranca la gracia de esas almas y se pierden
para siempre. Para ser sumiso a mí deben reconocerse pecadores. Quien peca sabe
bien que cuando se abren a mi Misericordia yo apago los males que hay si se arrepienten
con un corazón contrito que sabe sujetarse a la voluntad mía. Dí mi palabra y con ella dí vida también.
Quien sabe reconocerse fiel ha aprendido que para poder vivir en mí se necesita
arrojo y una capacidad inescrutable al reconocimiento del pecado. El temor que
doy yo ayuda a las almas a reconocer cuando se procede para el bien y cuando
han caído en desgracia. El reconocimiento a mi voluntad les ayuda a discernir
los tiempos de apostasía que vivimos en el Mundo. Hoy vine a manifestar que mi
dolor se apaga al hacer merecimiento a mis obras cuando dí vida a las almas a
través de la palabra transcrita en los Evangelios. Ahí se encuentra la voluntad
mía de un Dios que sabe conmiserarse de sus hijos y apaga el dolor al sanarlos.
Al sanarlos van guardando mis preceptos que los instruyen para vivir de manera
adecuada. Vivan la vida sumisa a mí. Yo no doy dolor. Curo las heridas que se
abren por el odio, el rencor y el abandono a mi presencia. Si sabes vivir cerca
de mí contemplarás mi presencia mística que reditúa bondad en las almas que
saben seguirme. Con ella la vida se torna más fácil y segura. Se ajusta a la
capacidad de cada ser y se llena de alegría que se percibe a través de mi
presencia en su vida. Aprender a vivir no es fácil en este Mundo que acaba con
la gracia por participar perdición constante. Las almas que se flagelan por
llevar una vida sumisa a mí es porque reconocen que se sufre por amar, pero se
entrega el corazón en caridad manifestando sus actos y sus buenas obras que
traen salveza a quienes distan de mí. No es fácil seguirme. Conlleva suplicio
frecuente por el dolor de cada alma que se pierde. Sentir como yo siento es
algo que doy a mis hijos que sí saben seguirme y dan merecimiento y aceptación
a mi presencia viva que se manifiesta a través de la infusión de mi Espíritu
Santo que sabe dar con firmeza sabiduría a las almas que me siguen. Si me
sigues sabes vivir en mí y cuando doy honor ayudo a las almas a permanecer felices en este Mundo proclive.
Ven
a mí alma mía. Te espero siempre con los brazos abiertos. Yo doy vida y esa
vida reditúa bienes espirituales que edifican tu vida y te hacen persistir ante
los embates. Hoy vengo, permanezco en ti si me abres tu corazón. No te detengas
alma mía porque mi amor te espera. Ese amor que doy yo es todo y ese todo
habita por siempre en la Tierra dando testimonio de mi presencia viva. Hoy te
invito a seguirme y a asegurar una vida feliz. Con la capacidad de reconocerse
fieles a mí doy honor a las almas, las atraigo a mi Misericordia que da vida y
los torrentes de ella abren el paso a mi presencia mística que les ayuda a
permanecer en mi Corazón bendito y puro. No ofrezcan sacrificios inútiles si no
saben vivir de acuerdo a mi palabra. Mi palabra es fiel y libra del mal. Las
obras y las ofensas hacia mí de desmerecimiento a mi presencia apagan el alma y
ésta muere. Porque yo soy Dios y doy vida te digo: no permitas que tu alma se
apague porque el amor que hoy te doy te da vida y esta vida conlleva
bendiciones constantes.
El
tiempo apremia. Se acerca la hora en que vendré por Segunda vez. Prepárense
mucho y visítenme a diario si es posible. La comunión apaga los males que hay
en el Mundo. Con el amor de siempre me despido dejándote el perfume oloroso
de mi presencia que dignifica. Vengo
pronto. Estén preparados. Amén
Jesús Misericordia Divina
Amados hijos míos!
Mi corazón sufre por las almas que una vez
consagradas se apartaron de mi presencia por buscar en el Mundo la idolatría a
un falso Dios que detrimenta la vida apagando la vida que busca placeres
mundanos. No pequen. Ábranse a mi Hijo que es fiel a mí y les trae la alegría
de vivir con una participación exhaustiva de su amor que da presencia de un
Dios que sí habla y habita en el Mundo. Los amo. Dediquen tiempos a la oración
y no pequen. Amén.
Dios Omnipotente Uno y Trino
Mis ángeles!
La
alegría de vivir se encuentra en el amor de Dios que habita en las almas
dóciles a él. No pequen. Atraigan almas a su presencia manifestando que está
vivo y presente en su Iglesia Santa. La perdición constante apaga la fe y con
esta se pierde la vida. Mi corazón sufre por mis hijos que se pierden. No dejen
de orar. Hagan de su misión un fruto bueno que retribuya en la alegría de vivir
por siempre. Los amo. Ábranse a la Misericordia de mi Hijo amado que es rico en
perdón, apaga los males y los lleva a una vida nueva. Su misión terrena debe
ser provista de la verdad que trae luz abundante de mi Hijo. Sigan fieles y prediquen
con constancia que los amo y que el fruto de ese amor los ayuda a vivir de
acuerdo a las enseñanzas de mi Hijo. Amén
Santa María del Corazón Inmaculado
Mateo 7
Para entrar en el reino de los cielos
21 »No todos los que me dicen: “Señor,
Señor”, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la
voluntad de mi Padre celestial. 22 Aquel día muchos me dirán: “Señor,
Señor, nosotros comunicamos mensajes en tu nombre, y en tu nombre expulsamos
demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros.” 23 Pero entonces
les contestaré: “Nunca los conocí; ¡aléjense de mí, malhechores!”
Juan 3
El amor de Dios para el mundo
16 »Pues Dios amó tanto al mundo, que dio
a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga
vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar
al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
18 »El que cree en el Hijo de Dios, no
está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el
Hijo único de Dios. 19 Los que no creen, ya han sido condenados,
pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad
a la luz. 20 Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se
acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. 21 Pero
los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que
todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.
Isaias 29
13 El Señor me dijo:
«Este pueblo me sirve de palabra
y me honra con la boca,
pero su corazón está lejos de mí,
y el culto que me rinde
son cosas inventadas por los hombres
y aprendidas de memoria.
14 Por eso, con prodigios y milagros
dejaré otra vez maravillado a este pueblo.
La sabiduría de sus sabios
y la inteligencia de sus inteligentes desaparecerán.»
«Este pueblo me sirve de palabra
y me honra con la boca,
pero su corazón está lejos de mí,
y el culto que me rinde
son cosas inventadas por los hombres
y aprendidas de memoria.
14 Por eso, con prodigios y milagros
dejaré otra vez maravillado a este pueblo.
La sabiduría de sus sabios
y la inteligencia de sus inteligentes desaparecerán.»
Salmos 32
Confesión y perdón
32 (1b) Feliz el hombre a quien sus
culpas y pecados
le han sido perdonados por completo.
2 Feliz el hombre que no es mal intencionado
y a quien el Señor no acusa de falta alguna.
le han sido perdonados por completo.
2 Feliz el hombre que no es mal intencionado
y a quien el Señor no acusa de falta alguna.
3 Mientras no confesé mi pecado,
mi cuerpo iba decayendo
por mi gemir de todo el día,
4 pues de día y de noche
tu mano pesaba sobre mí.
Como flor marchita por el calor del verano,
así me sentía decaer.
mi cuerpo iba decayendo
por mi gemir de todo el día,
4 pues de día y de noche
tu mano pesaba sobre mí.
Como flor marchita por el calor del verano,
así me sentía decaer.
5 Pero te confesé sin reservas
mi pecado y mi maldad;
decidí confesarte mis pecados,
y tú, Señor, los perdonaste.
mi pecado y mi maldad;
decidí confesarte mis pecados,
y tú, Señor, los perdonaste.
6 Por eso, en momentos de angustia
los fieles te invocarán,
y aunque las aguas caudalosas se desborden,
no llegarán hasta ellos.
7 Tú eres mi refugio:
me proteges del peligro,
me rodeas de gritos de liberación.
los fieles te invocarán,
y aunque las aguas caudalosas se desborden,
no llegarán hasta ellos.
7 Tú eres mi refugio:
me proteges del peligro,
me rodeas de gritos de liberación.
8 El Señor dice:
«Mis ojos están puestos en ti.
Yo te daré instrucciones,
te daré consejos,
te enseñaré el camino que debes seguir.
9 No seas como el mulo o el caballo,
que no pueden entender
y hay que detener su brío
con el freno y con la rienda,
pues de otra manera no se acercan a ti.»
«Mis ojos están puestos en ti.
Yo te daré instrucciones,
te daré consejos,
te enseñaré el camino que debes seguir.
9 No seas como el mulo o el caballo,
que no pueden entender
y hay que detener su brío
con el freno y con la rienda,
pues de otra manera no se acercan a ti.»
10 Los malvados tendrán muchos dolores,
pero el amor del Señor envuelve
a los que en él confían.
11 Alégrense en el Señor,
hombres buenos y honrados;
¡alégrense y griten de alegría!
pero el amor del Señor envuelve
a los que en él confían.
11 Alégrense en el Señor,
hombres buenos y honrados;
¡alégrense y griten de alegría!
Efesios 2
Dios nos libró de la muerte por medio de
Cristo
2 Antes ustedes estaban muertos a causa
de las maldades y pecados 2 en que vivían, pues seguían los criterios
de este mundo y hacían la voluntad de aquel espíritu que domina en el aire y
que anima a los que desobedecen a Dios. 3 De esa manera vivíamos
también todos nosotros en otro tiempo, siguiendo nuestros malos deseos y
cumpliendo los caprichos de nuestra naturaleza pecadora y de nuestros
pensamientos. A causa de eso, merecíamos con toda razón el terrible castigo de
Dios, igual que los demás. 4 Pero Dios es tan misericordioso y nos
amó con un amor tan grande, 5 que nos dio vida juntamente con Cristo
cuando todavía estábamos muertos a causa de nuestros pecados. Por la bondad de
Dios han recibido ustedes la salvación. 6 Y en unión con Cristo Jesús
nos resucitó, y nos hizo sentar con él en el cielo. 7 Hizo esto para
demostrar en los tiempos futuros su generosidad y su bondad para con nosotros
en Cristo Jesús. 8 Pues por la bondad de Dios han recibido ustedes la
salvación por medio de la fe. No es esto algo que ustedes mismos hayan
conseguido, sino que es un don de Dios. 9 No es el resultado de las
propias acciones, de modo que nadie puede gloriarse de nada; 10 pues
es Dios quien nos ha hecho; él nos ha creado en Cristo Jesús para que hagamos
buenas obras, siguiendo el camino que él nos había preparado de antemano.
Lucas 1
50 Y su misericordia
es de generación en generación a los que le temen.
Salmo 25
Oración pidiendo la dirección de Dios
(1a) De David.
25 (1b) Señor, a ti dirijo mi
oración;
2 mi Dios, en ti confío:
no dejes que me hunda en la vergüenza.
¡Que no se rían de mí mis enemigos!
3 ¡Que no sea jamás avergonzado
ninguno de los que en ti confían!
¡Que sean puestos en vergüenza
los que sin motivo se rebelan contra ti!
2 mi Dios, en ti confío:
no dejes que me hunda en la vergüenza.
¡Que no se rían de mí mis enemigos!
3 ¡Que no sea jamás avergonzado
ninguno de los que en ti confían!
¡Que sean puestos en vergüenza
los que sin motivo se rebelan contra ti!
4 Señor,
muéstrame tus caminos;
guíame por tus senderos;
5 guíame, encamíname en tu verdad,
pues tú eres mi Dios y Salvador.
¡En ti confío a todas horas!
muéstrame tus caminos;
guíame por tus senderos;
5 guíame, encamíname en tu verdad,
pues tú eres mi Dios y Salvador.
¡En ti confío a todas horas!
6 Señor,
acuérdate del amor y la ternura
que siempre nos has manifestado,
7 pero no te acuerdes de mis pecados
ni del mal que hice en mi juventud.
Señor, acuérdate de mí,
por tu gran amor y bondad.
acuérdate del amor y la ternura
que siempre nos has manifestado,
7 pero no te acuerdes de mis pecados
ni del mal que hice en mi juventud.
Señor, acuérdate de mí,
por tu gran amor y bondad.
8 El Señor es bueno y justo;
él corrige la conducta de los pecadores
9 y guía por su camino a los humildes;
¡los instruye en la justicia!
10 Él siempre procede con amor y fidelidad,
con los que cumplen su alianza
y sus mandamientos.
él corrige la conducta de los pecadores
9 y guía por su camino a los humildes;
¡los instruye en la justicia!
10 Él siempre procede con amor y fidelidad,
con los que cumplen su alianza
y sus mandamientos.
11 Señor, es grande mi maldad;
perdóname, haz honor a tu nombre.
12 Al hombre que honra al Señor,
él le muestra el camino que debe seguir;
13 lo rodea de bienestar
y da a sus descendientes posesión del país.
14 El Señor es amigo de quienes lo honran,
y les da a conocer su alianza.
15 Siempre dirijo mis ojos al Señor,
porque él me libra de todo peligro.
perdóname, haz honor a tu nombre.
12 Al hombre que honra al Señor,
él le muestra el camino que debe seguir;
13 lo rodea de bienestar
y da a sus descendientes posesión del país.
14 El Señor es amigo de quienes lo honran,
y les da a conocer su alianza.
15 Siempre dirijo mis ojos al Señor,
porque él me libra de todo peligro.
Salmo 19
7 (8) La enseñanza del Señor es
perfecta,
porque da nueva vida.
El mandato del Señor es fiel,
porque hace sabio al hombre sencillo.
8 (9) Los preceptos del Señor son justos,
porque traen alegría al corazón.
El mandamiento del Señor es puro
y llena los ojos de luz.
9 (10) El temor del Señor es limpio
y permanece para siempre.
Los decretos del Señor son verdaderos,
todos ellos son justos,
10 (11) ¡son de más valor que el oro fino!,
¡son más dulces que la miel del panal!
11 (12) Son también advertencias a este siervo tuyo,
y le es provechoso obedecerlas.
porque da nueva vida.
El mandato del Señor es fiel,
porque hace sabio al hombre sencillo.
8 (9) Los preceptos del Señor son justos,
porque traen alegría al corazón.
El mandamiento del Señor es puro
y llena los ojos de luz.
9 (10) El temor del Señor es limpio
y permanece para siempre.
Los decretos del Señor son verdaderos,
todos ellos son justos,
10 (11) ¡son de más valor que el oro fino!,
¡son más dulces que la miel del panal!
11 (12) Son también advertencias a este siervo tuyo,
y le es provechoso obedecerlas.
12 (13) ¿Quién se da cuenta de sus
propios errores?
¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas!
13 (14) Quítale el orgullo a tu siervo;
no permitas que el orgullo me domine.
Así seré un hombre sin tacha;
estaré libre de gran pecado.
¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas!
13 (14) Quítale el orgullo a tu siervo;
no permitas que el orgullo me domine.
Así seré un hombre sin tacha;
estaré libre de gran pecado.
14 (15) Sean aceptables a tus ojos
mis palabras y mis pensamientos,
oh Señor, refugio y libertador mío.
mis palabras y mis pensamientos,
oh Señor, refugio y libertador mío.
Apocalipsis 22
12 «Sí, vengo pronto, y traigo el premio
que voy a dar a cada uno conforme a lo que haya hecho. 13 Yo soy el
alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin.»
14 Dichosos los que lavan sus ropas para
tener derecho al árbol de la vida y poder entrar por las puertas de la ciudad. 15 Pero
fuera se quedarán los pervertidos, los que practican la brujería, los que
cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los que adoran ídolos y todos los
que aman y practican el engaño.
✤ ✤ ✤ Dominus es vivus <3
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