“Mi Cuerpo y mi Sangre es el alimento que
les dejé cada vez que se lleva a cabo en cada misa el Memorial de mi Pasión”
Jueves 11 de Junio del 2020…… 7:30 p.m.
El Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi)
¡Amados hijos de mi corazón!
Hoy celebramos esta Solemnidad de mi Cuerpo y Sangre.
Es preciso que conozcas la verdad de este Misterio Divino.
Mi Padre permitió que yo viniera al Mundo a
reconciliarlo con él. El pecado era mucho y mi Padre sufría por sus hijos.
Cuando vine al Mundo decidí que era necesario dar la vida por cada uno de
ustedes. Es mi amor el que ha salvado al Mundo. Antes de morir dejé sustento
vivo de mi presencia en mi Cuerpo y Sangre. Les dije a mis apóstoles que era
necesario que yo fuera a la presencia de mi Padre después de mi muerte porque
iba a resucitar. Cuando cené con ellos, antes de morir, partí el pan y se los
ofrecí y les dije que el pan era mi Cuerpo, el mismo que daría al morir por
cada uno para la salvación de las almas. Al mismo tiempo compartí el vino y les
dije que era mi Sangre que sería derramada por amor para la salvación de las almas.
Al hacerlo, en ese mismo momento, se llevaba a cabo el milagro de la
Transubstanciación. El momento justo es aquel cuando mi Padre transforma el pan
y el vino en mi Cuerpo y mi Sangre. Cuando esto sucede se lleva a cabo el
milagro de la vida porque quien se alimenta de mi no muere. También les dije
que siempre que me honraran lo hicieran de esta manera en recuerdo mío. Yo les
di el poder de servirme al realizar esta obra tan maravillosa de la
Transubstanciación dejando sustento de que se realizaría gracias a que mi
Padre, al ser invocado el Espíritu Santo, lo transformaría en verdadera Carne y
verdadera Sangre mías.
Mi Cuerpo y mi Sangre es el alimento que les dejé cada
vez que se lleva a cabo en cada misa el Memorial de mi Pasión. Al recordar mi
pasión ustedes se unen a mí en un solo cuerpo indisoluble. Cuando yo los
alimento a ustedes reciben vida de mí. Esa vida es el resultado del triunfo mío
sobre la muerte. Cuando mis hijos se alimentan de mí permanecen unidos a mí de
una manera que me permiten morar en su corazón. Cada alma fiel que se alimenta
de mí permanece unida de una forma extraordinaria a mí y esto hace que yo obre
dentro de cada uno.
Mi permanencia en cada uno solo es posible cuando al
alimentarse de mí no hay pecado. Quien peca gravemente y come mi Cuerpo y bebe
mi Sangre en vez de recibir vida es condenado a morir. Por eso es preciso que comprendan
que el alimento mío les ayuda a permanecer unidos a mí siempre y cuando tengan
una vida alejados del pecado.
Mi corazón sufre y sufre mucho por cada alma que no
comprende la importancia de este milagro que se produce en cada misa. Estoy
presente en cada altar al ser invocado mi Padre para que venga y transforme las
especies por medio del Espíritu Santo en verdadero Cuerpo y verdadera Sangre.
Ámenme y recuerden que estoy presente siempre que
estoy expuesto en el Santísimo. ¡Cuántos hijos olvidan eso! Cada alma que viene
a mí cuando estoy expuesto recibe la escucha mía y al honrarme yo me siento muy
feliz.
Es necesario que comprendan que este misterio es un
milagro que realiza mi Padre en cada misa. Amen a mi Cuerpo y mi Sangre pues
ellos los purifican y los transforman. Este misterio es reconocido por muchos y
al honrarme yo me siento muy dichoso porque doy vida por medio de él. Amen a mi
corazón que sufre. Yo los espero siempre en cada misa, así como cuando estoy
expuesto en el Santísimo. He querido dejar sustento vivo de mí en cada altar.
Yo permanezco en cada uno que se alimenta de mí y lo ayudo a mejorar en todo
dándole una vida nueva llena de esperanza y amor.
Amar a Dios implica un compromiso, por eso no olviden
que quiero permanecer en cada uno y ayudarlo a mejorar en su vida y a renovar
todo lo que hay en cada uno. Mi vida di por amor y sufro los mismos tormentos
cada vez que olvidan que estoy presente en el altar. Visítenme y honren mi
nombre. Yo soy Dios bueno y compasivo y cada alma que viene a mí es escuchada
por mí. Vengan a mí y traigan su dolor que yo haré que tengan una vida nueva.
Cuando vengan no olviden agradecer todo lo que les doy. Imploren por el Mundo y
no olviden que he de volver pronto a juzgar a vivos y muertos. Por eso les pido
que se esfuercen mucho porque el tiempo se acerca. Cuando sea el momento de
reunir a mis hijos fieles a mí los llevaré a un Mundo nuevo y mejor donde
viviremos juntos por siempre. Les tengo preparada una morada y en ella hay paz,
alegría y mucho amor. Ya no habrá dolor ni enfermedad, será como el Paraíso.
Los amo. Déjense amar por mí como yo lo hago. Amén.
Jesús Misericordia Divina
¡Mis hijos pequeños y muy amados!
Hoy quiero que comprendan la importancia de celebrar
la misa y recibir el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo amado. Al hacerlo ustedes
reciben vida y son purificados. Alégrense porque quien come del Cuerpo de mi
Hijo y bebe su Sangre vivirá por siempre. Este sustento que les da mi Hijo les
ayuda a permanecer fieles a él porque son renovados profundamente. Al reconocer
este misterio ustedes son fieles a él. Es necesario que se comprometan a vivir
con un corazón puro y dócil a él. Porque el camino que les traza los lleva a
tener vida y eso es la vida eterna.
Oren y vayan a visitarlo cuando esté expuesto su
Cuerpo en el Santísimo. Se obran milagros ahí porque él escucha sus súplicas y
les da respuesta. No olviden honrarlo, alabarlo y ser agradecidos. Comprendan
que el Mundo necesita de ustedes, de sus súplicas, para que vuelva la paz. No
olviden también unirse a mí y rezar el Rosario conmigo. Los espero siempre.
Amén
María Santísima del Corazón Inmaculado
✤ ✤ ✤ Dominus es vivus.
Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae
voluntatis.
Romanos 3
24 Pero
Dios, en su bondad y gratuitamente, los hace justos, mediante la liberación que
realizó Cristo Jesús. 25 Dios hizo que Cristo, al derramar su
sangre, fuera el instrumento del perdón. Este perdón se alcanza por la fe. Así
quería Dios mostrar cómo nos hace justos: perdonando los pecados que habíamos
cometido antes
Lucas 22
19 Después tomó el pan en sus manos y, habiendo
dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio a ellos, diciendo:
—Esto es mi cuerpo, entregado a muerte en favor de
ustedes. Hagan esto en memoria de mí.
20 Lo mismo hizo con la copa después de la cena,
diciendo:
—Esta copa es la nueva alianza confirmada con mi
sangre, la cual es derramada en favor de ustedes.
Juan 6
51 Yo
soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para
siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo.»
1 Corintios 11
27 Así
pues, cualquiera que come del pan o bebe de la copa del Señor de manera
indigna, comete un pecado contra el cuerpo y la sangre del Señor. 28 Por
tanto, cada uno debe examinar su propia conciencia antes de comer del pan y
beber de la copa. 29 Porque si come y bebe sin fijarse en que
se trata del cuerpo del Señor, para su propio castigo come y bebe.
Juan 6
48 Yo
soy el pan que da vida. 49 Los antepasados de ustedes comieron
el maná en el desierto, y a pesar de ello murieron; 50 pero yo
hablo del pan que baja del cielo; quien come de él, no muere. 51 Yo
soy ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para
siempre. El pan que yo daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo.»
Salmo 86
15 Pero
tú, Señor,
eres Dios tierno y compasivo,
paciente, todo amor y verdad.
eres Dios tierno y compasivo,
paciente, todo amor y verdad.
Ezequiel 36
26 pondré
en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón
duro como la piedra y les pondré un corazón dócil. 27 Pondré en
ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis leyes y decretos.
Salmo 147
3 Él
sana a los que tienen roto el corazón,
y les venda las heridas.
y les venda las heridas.
2 Timoteo 4
1 …. vendrá glorioso como Rey a juzgar a los vivos y a
los muertos
Juan 14
2 En la casa de Mi Padre hay muchas moradas; si no
fuera así, se lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para ustedes.
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