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Mensaje del Domingo 02 de Agosto del 2020


“La comunión conmigo no es fácil si participas en el Mundo, pues en él hay mucha perdición, idolatría, vicios y cosas que te alejan de mí”

Domingo 02 de Agosto del 2020            9:30 p.m.

¡Hijos queridos de mi corazón!
Yo quiero que uno a uno vengan a mi corazón y se aneguen en él. El corazón mío ama y ama mucho. Con el amor que les doy les allano el camino, les hago dóciles a mí y les prospero la vida.
La comunión conmigo no es fácil si participas en el Mundo, pues en él hay mucha perdición, idolatría, vicios y cosas que te alejan de mí. Para seguir mi camino debes saber que necesario es renunciar a él. Si tú decides dejar el Mundo por mí verás un futuro mejor, lleno de dicha y mucha paz. La paz que te doy solo viene de mí y no la encuentras en el Mundo porque con ella el gozo llega y la alegría es constante.
El amor mío predomina sobre todo y no lo encuentras en el Mundo tampoco. Quien sabe amar como yo es porque conoce mi camino y hace vida mis palabras. Este amor que te doy te da seguridad pues es perpetuo. Ámame y no me olvides. sufro cuando lo haces.
Debes saber que el corazón mío es paciente y espera siempre, solo que he de decirte que es tiempo de un cambio porque vendré pronto y juzgaré todo conforme a lo que hayan hecho. Es importante dejar ver que este corazón mío palpita y se anega en cada alma fiel a mí. Déjate amar por mí.
Pide que el Mundo cambie. Este momento de tribulación se compone de un momento obscuro pues la apostasía está presente y se refleja en el abandono a mí. ¡Hay cuántas almas se pierden! Si supieras rogaría por ellas. Muchas participan en cosas vanas y que son acciones paganas que te alejan de la fe. Las almas que no reconocen mi voz se apartan de la gracia y por tanto pecan, y al pecar el enemigo viene y con sus argucias les hace olvidarse de mí al enseñar que es más importante la vida mundana que yo.
Hoy el enemigo se ha enseñado con muchas almas, almas que predicaban seguirme y ahora están apartadas de la gracia. Los sacerdotes se vuelven tibios y van buscando acciones contrarias a la fe porque no permiten que mi Espíritu Santo los guíe, por tanto, su sabiduría, que no viene de mí, los atrapa y los orilla a olvidar mi palabra. Hoy los sacrilegios son constantes. La profanación a mi Cuerpo hace que yo sufra mucho. Es necesario que cada alma comprenda su llamado y se dedique a mí con amor, haciendo actos de reparación constantes por los ultrajes recibidos.
Son muchas las profecías que se les dan, sin embargo, les pido que no escuchen aquellas que hablan de catástrofes y cosas horribles. Yo soy Dios justo y vendré de nuevo a juzgar a cada uno de ustedes. Por tanto, les diré que los iré preparando con antelación para que esta tribulación que vendrá de persecución para la Iglesia ustedes puedan vivir resguardados por mí. Los amo hijos amados. Estén preparados. ¡Vengo pronto! Amén.
Jesús Misericordia Divina


¡Hijos pequeños de mi corazón!
El amor de Dios es maravilloso, en él encuentran paz y una alegría constante. Déjense amar por él. Quien lo hace recibe constantes bendiciones.
Un corazón nuevo produce frutos abundantes porque se une al mío y al de mi Hijo amado. Déjense amar por nosotros. Los amo pequeños míos. Amén
María Santísima del Corazón Inmaculado

Dominus es vivus.  
Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis.


1 Juan 4:7-8
 Queridos hermanos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es hijo de Dios y conoce a Dios.  El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.


1 Juan 2:15-17
No amen al mundo, ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no ama al Padre; porque nada de lo que el mundo ofrece viene del Padre, sino del mundo mismo. Y esto es lo que el mundo ofrece: los malos deseos de la naturaleza humana, el deseo de poseer lo que agrada a los ojos y el orgullo de las riquezas.  Pero el mundo se va acabando, con todos sus malos deseos; en cambio, el que hace la voluntad de Dios vive para siempre.


Salmo 68:3
Pero los buenos se alegran;
ante Dios se llenan de gozo,
¡saltan de alegría!


Salmo 18:30
El camino de Dios es perfecto;
la promesa del Señor es digna de confianza;
¡Dios protege a cuantos en él confían


Apocalipsis 22:12-15
Sí, vengo pronto, y traigo el premio que voy a dar a cada uno conforme a lo que haya hecho.  Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin.
 Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y poder entrar por las puertas de la ciudad.  Pero fuera se quedarán los pervertidos, los que practican la brujería, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los que adoran ídolos y todos los que aman y practican el engaño.


1 Timoteo 4:1-2
 Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos renegarán de la fe, siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas que vienen de los demonios.  Harán caso a gente hipócrita y mentirosa, cuya conciencia está marcada con el hierro de sus malas acciones.


1 Corintios 3:19-20
 Pues la sabiduría de este mundo es pura tontería para Dios. En efecto, la Escritura dice: Dios atrapa a los sabios en la propia astucia de ellos.  Y dice también: El Señor sabe que los pensamientos de los sabios son tonterías.


Marcos 7:7
Este pueblo me honra con la boca,
pero su corazón está lejos de mí.
 De nada sirve que me rinda culto:
sus enseñanzas son mandatos de hombres.


Judas 1:17-21
Pero ustedes, queridos hermanos, acuérdense de que los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo  les habían dicho: En los últimos tiempos habrá gente burlona, que vivirá de acuerdo con sus malos deseos.  Ésos son los que causan divisiones; siguen sus deseos naturales y no tienen el Espíritu de Dios.
 Pero ustedes, queridos hermanos, manténganse firmes en su santísima fe. Oren guiados por el Espíritu Santo.  Consérvense en el amor de Dios y esperen el día en que nuestro Señor Jesucristo, en su misericordia, nos dará la vida eterna.


Efesios 6:11
Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo.


1 Corintios 3:17
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y ese templo son ustedes mismos.


Salmo 36:7
¡Qué maravilloso es tu amor, oh Dios!
¡Bajo tus alas, los hombres buscan protección!




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