“Se
han olvidado de mí, no lo hagan porque el Mundo sufrirá mucho si ustedes no
comprenden que deben volver a mí.”
Jueves 17 de Febrero del 2022. Ante el Santísimo 12:40 p.m.
¡Hijos queridos de mi corazón!
Hoy quiero pedirles que amen por sobre todo. El amor de
Dios es muy bueno y cuando nos unimos a él nos recompensa con una alegría muy
grande. Dios ama a sus hijos y el amor que nos da a cada uno de nosotros nos
alegra la vida. El don de Dios es el amor, no lo olviden.
Yo amo a mis hijos y sufro por cada uno cuando abandonan la
fe y dejan de creer en mí. ¡Cuántas almas se pierden! Si pudieran ver llorarían
de dolor. Hoy sufro mucho por aquellas almas que olvidaron rendirme culto. Yo
he venido al Mundo a dar vida y esa vida la pierden las almas hoy en día,
buscan cosas vanas y pecan gravemente.
El Mundo está inmerso en una apostasía muy grande. Las
almas consagradas han olvidado que Dios vive y se da cuenta de todo lo que
hacen. Yo no soy sordo ni ciego y estoy al pendiente de mis hijos. Nadie puede
engañarme pues lo sé todo.
Quiero que piensen por un momento cuán grande es mi amor y
lo maravilloso que es. Si supieras no renegarías. Las cosas que pasan, el
dolor, el sufrimiento se deben a la falta de fe porque yo doy alegría y mucha
paz. Por eso te pido que llenes de alegría tu vida con mi amor indescifrable.
Mi amor lo abarca todo.
Los milagros suceden en la vida de mis hijos, pero se
necesita fe porque si no hay fe yo no puedo actuar en ti. Tener fe no significa
decir Señor, sino amarme y para amarme se necesita compromiso. Ese compromiso
implica varias cosas: creer en mi palabra y hacerla vida, invocar mi nombre y
adorarme, darme gracias, pedir con fe, pedir perdón y comprometerse a una vida
nueva sin pecado. Si tú haces eso mejorará tu vida. Necesito recordarte que
importante también es ir a misa y escucharla con atención, comulgar sin estar
en pecado grave y confesarse cada mes si es posible.
Quiero pedirte que obedezcas mi palabra. Nada de lo que
esté escrito en las Sagradas Escrituras debe cambiarse. Negar mi palabra es muy
grave y condena hay para ello.
Cada vez que hablo quiero que comprendan que doy una
enseñanza nueva. Es por eso que les pido que estudien la biblia, invoquen mi
nombre siempre y no se olviden de mí. Yo les hablo a cada uno de ustedes de
muchas maneras, una de ellas es a través de mi palabra en las Sagradas
Escrituras, otra es a través de mis hijos. Todos los buenos gestos de amor de
mis hijos es el amor que les doy. También hay otras almas a las les revelo mi
voluntad a través del Espíritu Santo. Tengan en cuenta que los dones y carismas
se les han dado para yo me comunique con ustedes. Lo triste es que ahora cada
vez menos se permite usarlos. La sabiduría que doy a través de ellos ayuda a
que mejoren de vida.
Se han olvidado de mí, no lo hagan porque el Mundo sufrirá
mucho si ustedes no comprenden que deben volver a mí. Nada está oculto ante mis
ojos, lo veo todo y todo lo escucho, pero también conozco tu corazón y tus
pensamientos, así es que vuelve a mí. Te amo.
Caminemos juntos. Vuelvan sus ojos a mí. La tibieza que hay
en las almas hoy en día es muy grande.
Ámense los unos a los otros y no tengan odios ni rencores.
Yo sano tu vida, ven a mí. Te amo.
Quiero decirte que te espero con los brazos abiertos para
que tengas una alegría constante, basta amarme mucho y obedecer mis preceptos.
Te dejo diciéndote: el amor de Dios es maravilloso, déjate
amar por mí. Vengo pronto, estén preparados. Amén
Jesús Misericordia Divina
¡Angelitos míos!
Mi corazón también sufre mucho. Por amor vuelvan a Dios. La
tibieza en las almas consagradas los orilla a perder la fe. ¿Qué acaso no
quieren ser amados y felices? El amor de Dios es maravilloso. Vuelvan a él y
pídanle perdón por todas sus ofensas. Los amo. Amén
María Santísima del Corazón Inmaculado
1 Juan 4
7 Queridos hermanos,
debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. Todo el que ama es
hijo de Dios y conoce a Dios. 8 El que no ama no ha
conocido a Dios, porque Dios es amor.
✤ ✤ ✤ Dominus es vivus.
Gloria in excelsis Deo et in terra pax
hominibus bonae voluntatis.