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Mensaje del 01 de Enero del 2014.

“Hoy se necesita a fondo dar testimonio de las cosas que pierden al alma sin prejuicios, sin tapujos, ya que la vida de muchas almas peligra. Es necesario callar los argumentos que promueven la perversión, la idolatría, los vicios, la deslealtad e infidelidad y la muerte”.




Profecías, Decretos, Preceptos y Conjeturas dictados por la Santísima Virgen, Jesús y Dios Omnipotente Uno y Trino a mi alma mexicana. 
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Miércoles 01 de Enero del 2014.                   Santísimo 2:30 p.m.

Solemnidad de María Madre de Dios.

Mis hijos queridos!
     Me encuentro una vez más con ustedes para dar testimonio del amor de mi Madre que hizo posible que yo viniera al Mundo y fuera ofrecido en el Santuario Sagrado como símbolo de esa unión perpetua entre el Hijo y el Padre.
     Mi amor les ha traído múltiples beneficios, bienaventuraza y bendiciones constantes. Aquel que sigue mis pasos con vehemencia se reviste de gracias que le permiten identificar mi presencia y con la ayuda pertinaz recibir de mí el amor prodigioso que ha permitido enaltecer mi nombre en ustedes. Ese amor que participa es tan grande que no se puede medir. Conlleva un sinnúmero de ejemplos de entrega que permite dilucidar que el amor es perfecto, sutil, suave y responsivo de las gracias que se manifiestan en cada uno. Es el amor lo que hace vivir plenamente y persistir en los embates de la vida que hoy traen mucho dolor a aquellas almas que no han reconocido mi voz. Mi voz clama: escúchenme bien, a todos mis hijos los amo y anhelo que vuelvan a mi corazón que sufre por las almas que se apagaron. Los amo profundamente y les deseo que reconozcan que mi voz clama que vuelvan y participen a un Dios que vive y que permite manifestaciones de su presencia a las almas que se hacen dóciles a él. Hoy vengo a dar entendimiento de que es el amor que destruye toda barrera contra el mal que persiste y se ha arraigado en muchas almas. Las almas que participan a un Dios que viene y existe desde siempre han reconocido la importancia de la comunión que ayuda a mejorar la vida que llevan. Hoy se dice que el amor se apaga en las almas. La negación a ese amor con argumentos que detrimentan la vida ha hecho que las almas paganas se ofrezcan al placer y la desventura llegue a ellas. Porque es el amor lo que fructifica y da vida, que conmueve y permite reconciliar a las almas conmigo. Las almas que han dejado el amor por seguir el camino obscuro, lleno de placer abundante, desenfreno y falta de caridad se apartan del camino seguro que lleva a las almas a reconciliarse conmigo. Hoy se necesita dar una instrumentación que permita demostrar que es el amor que rompe y destruye todo odio, la avaricia, el desenfreno, la languidez del alma por perderse en ritos paganos que ayudan que la obscuridad entre en la vida de quien lo practica y que eso haga que la tentación los lleve a un Mundo proclive, desleal y lleno de amargura. Hoy se necesita a fondo dar testimonio de las cosas que pierden al alma sin prejuicios, sin tapujos, ya que la vida de muchas almas peligra. Es necesario callar los argumentos que promueven la perversión, la idolatría, los vicios, la deslealtad e infidelidad y la muerte. Muchas almas viven ahora inmersos en el Mundo, en la tentación constante que acarrea el dolor entre su vida.
     Las almas que han aprendido a reconocer la importancia de dejarse llevar por mí y asegurar un futuro mejor a su vida es porque han comprendido que solo se puede encontrar luz abundante en mí y que las enseñanzas que les doy los llevan a santificarse. La vida frena los males. Quien tiene vida es luz. La obscuridad solo entra en las almas que perdieron la fe, que no me conocen o que se han envuelto en el Mundo que les pierde. Preferir el amor que les doy ayudará a que su vida se vea gratificada con la unción de mi Espíritu Santo que rompe toda maldad entre ustedes. Cuando el mal ha entrado en el alma se hace cómplice de las obras del diablo, que debilitan y quien retrocede a la vida que les otorgo se pierde para siempre. Por eso es necesario que comprendan de manera profunda que las almas fieles a mí son protegidas y que mi vida doy por ellas. Hacer alusión a este misterio les permite reconocer mi misión terrenal que identificó a las almas que me pertenecen. Los amo. Les pido que abran su corazón a la vida que soy yo. Den ejemplo de su pureza con sus actos dando caridad y frenando el dolor en esas almas que sufren y necesitan consuelo. Sigan el camino que les trazo donde encontrarán plenitud, paz y un gozo persistente que les ayudará a vencer el mal. Amén
Jesús Misericordia Divina


Ángeles míos!
     Con amor doy constancia de la presencia de Dios que debilita los males. Apremiante es que entreguen su vida al servicio de Dios que quiere que participen con amor las enseñanzas que les da para que el Mundo pueda reconocer en él a un Dios vivo que se preocupa por los hijos que recibió en la Cruz e hizo posible que tengan vida eterna. La reconciliación amerita una entrega total que permita revestirlos de gracias y virtudes que demuestren el amor que le tienen a mi Hijo amado. No pequen. Destruyan todo propósito malsano en su vida que no permita la comunión con Dios. Los amo. Vengan a mí para que los instruya y les ayude a mejorar. Amén
Santa María del Corazón Inmaculado


Juan 17
20 »No te ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí al oír el mensaje de ellos. 21 Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 Les he dado la misma gloria que tú me diste, para que sean una sola cosa, así como tú y yo somos una sola cosa: 23 yo en ellos y tú en mí, para que lleguen a ser perfectamente uno, y que así el mundo pueda darse cuenta de que tú me enviaste, y que los amas como me amas a mí.
24 »Padre, tú me los diste, y quiero que estén conmigo donde yo voy a estar, para que vean mi gloria, la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes que el mundo fuera hecho. 25 Oh Padre justo, los que son del mundo no te conocen; pero yo te conozco, y éstos también saben que tú me enviaste. 26 Les he dado a conocer quién eres, y aún seguiré haciéndolo, para que el amor que me tienes esté en ellos, y para que yo mismo esté en ellos.»


Salmo 138
Oración de gratitud al Señor
138 (1b) Te daré gracias, Señor, de todo corazón;
te cantaré himnos delante de los dioses.
2 Me arrodillaré en dirección a tu santo templo
para darte gracias por tu amor y tu verdad,
pues has puesto tu nombre y tu palabra
por encima de todas las cosas.
3 Cuando te llamé, me respondiste,
y aumentaste mis fuerzas.
4 Todos los reyes del mundo te alabarán
al escuchar tus promesas.
5 Alabarán al Señor por lo que él ha dispuesto,
porque grande es la gloria del Señor.
6 Aunque el Señor está en lo alto,
se fija en el hombre humilde,
y de lejos reconoce al orgulloso.
7 Cuando me encuentro en peligro,
tú me mantienes con vida;
despliegas tu poder y me salvas
de la furia de mis enemigos.
8 ¡El Señor llevará a feliz término
su acción en mi favor!
Señor, tu amor es eterno;
¡no dejes incompleto lo que has emprendido!


Mateo 5
Lo que realmente cuenta ante Dios
3 «Dichosos los que tienen espíritu de pobres,
porque de ellos es el reino de los cielos.
4 »Dichosos los que sufren,
porque serán consolados.
5 »Dichosos los humildes,
porque heredarán la tierra prometida.
6 »Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque serán satisfechos.
7 »Dichosos los compasivos,
porque Dios tendrá compasión de ellos.
8 »Dichosos los de corazón limpio,
porque verán a Dios.
9 »Dichosos los que trabajan por la paz,
porque Dios los llamará hijos suyos.
10 »Dichosos los perseguidos por hacer lo que es justo,
porque de ellos es el reino de los cielos.
11 »Dichosos ustedes, cuando la gente los insulte y los maltrate, y cuando por causa mía los ataquen con toda clase de mentiras.12 Alégrense, estén contentos, porque van a recibir un gran premio en el cielo; pues así también persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes.


Romanos 6
Comparación con la esclavitud
15 ¿Entonces qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos sujetos a la ley sino a la bondad de Dios? ¡Claro que no! 16 Ustedes saben muy bien que si se entregan como esclavos a un amo para obedecerlo, entonces son esclavos de ese amo a quien obedecen. Y esto es así, tanto si obedecen al pecado, lo cual lleva a la muerte, como si obedecen a Dios para vivir en la justicia. 17 Pero gracias a Dios que ustedes, que antes eran esclavos del pecado, ya han obedecido de corazón a la forma de enseñanza que han recibido. 18 Una vez libres de la esclavitud del pecado, ustedes han entrado al servicio de la justicia. 19 (Hablo en términos humanos, porque ustedes, por su debilidad, no pueden entender bien estas cosas.) De modo que, así como antes entregaron su cuerpo al servicio de la impureza y la maldad para hacer lo malo, entreguen también ahora su cuerpo al servicio de la justicia, con el fin de llevar una vida santa.
20 Cuando ustedes todavía eran esclavos del pecado, no estaban al servicio de la justicia; 21 pero ¿qué provecho sacaron entonces? Ahora ustedes se avergüenzan de esas cosas, pues sólo llevan a la muerte. 22 Pero ahora, libres de la esclavitud del pecado, han entrado al servicio de Dios. Esto sí les es provechoso, pues el resultado es la vida santa y, finalmente, la vida eterna. 23 El pago que da el pecado es la muerte, pero el don de Dios es vida eterna en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor.


Juan 3
El amor de Dios para el mundo
16 »Pues Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo aquel que cree en él no muera, sino que tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
18 »El que cree en el Hijo de Dios, no está condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado por no creer en el Hijo único de Dios. 19 Los que no creen, ya han sido condenados, pues, como hacían cosas malas, cuando la luz vino al mundo prefirieron la oscuridad a la luz. 20 Todos los que hacen lo malo odian la luz, y no se acercan a ella para que no se descubra lo que están haciendo. 21 Pero los que viven de acuerdo con la verdad, se acercan a la luz para que se vea que todo lo hacen de acuerdo con la voluntad de Dios.


Gálatas 5
El amor, resumen de la ley
13 Ustedes, hermanos, han sido llamados a la libertad. Pero no usen esta libertad para dar rienda suelta a sus instintos. Más bien sírvanse los unos a los otros por amor. 14 Porque toda la ley se resume en este solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.» 15 Tengan cuidado, porque si ustedes se muerden y se comen unos a otros, llegarán a destruirse entre ustedes mismos.
La vida conforme al Espíritu de Dios
16 Por lo tanto, digo: Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos. 17 Porque los malos deseos están en contra del Espíritu, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. El uno está en contra de los otros, y por eso ustedes no pueden hacer lo que quisieran. 18 Pero si el Espíritu los guía, entonces ya no estarán sometidos a la ley.
19 Es fácil ver lo que hacen quienes siguen los malos deseos: cometen inmoralidades sexuales, hacen cosas impuras y viciosas,20 adoran ídolos y practican la brujería. Mantienen odios, discordias y celos. Se enojan fácilmente, causan rivalidades, divisiones y partidismos. 21 Son envidiosos, borrachos, glotones y otras cosas parecidas. Les advierto a ustedes, como ya antes lo he hecho, que los que así se portan no tendrán parte en el reino de Dios.
22 En cambio, lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley. 24 Y los que son de Cristo Jesús, ya han crucificado la naturaleza del hombre pecador junto con sus pasiones y malos deseos. 25 Si ahora vivimos por el Espíritu, dejemos también que el Espíritu nos guíe.
26 No seamos orgullosos, ni sembremos rivalidades y envidias entre nosotros.


1 Juan 3
3 Miren cuánto nos ama Dios el Padre, que se nos puede llamar hijos de Dios, y lo somos. Por eso, los que son del mundo no nos conocen, pues no han conocido a Dios. 2 Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. 3 Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro.
4 Pero todo el que peca, hace maldad; porque el pecado es la maldad. 5 Ustedes ya saben que Jesucristo vino al mundo para quitar los pecados, y que él no tiene pecado alguno. 6 Así pues, todo el que permanece unido a él, no sigue pecando; pero todo el que peca, no lo ha visto ni lo ha conocido. 7 Hijitos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él es justo; 8 pero el que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo.
9 Ninguno que sea hijo de Dios practica el pecado, porque tiene en sí mismo el germen de la vida de Dios; y no puede seguir pecando porque es hijo de Dios. 10 Se sabe quiénes son hijos de Dios y quiénes son hijos del diablo, porque cualquiera que no hace el bien o no ama a su hermano, no es de Dios.
2. El mandamiento del amor
11 Éste es el mensaje que han oído ustedes desde el principio: que nos amemos unos a otros. 12 No seamos como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Pues porque los hechos de Caín eran malos, y los de su hermano, buenos.
13 Hermanos míos, no se extrañen si los que son del mundo los odian. 14 Nosotros hemos pasado de la muerte a la vida, y lo sabemos porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama, aún está muerto. 15 Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino puede tener vida eterna en sí mismo. 16 Conocemos lo que es el amor porque Jesucristo dio su vida por nosotros; así también, nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. 17 Pues si uno es rico y ve que su hermano necesita ayuda, pero no se la da, ¿cómo puede tener amor de Dios en su corazón? 18 Hijitos míos, que nuestro amor no sea solamente de palabra, sino que se demuestre con hechos.
19 De esta manera sabremos que somos de la verdad, y podremos sentirnos seguros delante de Dios; 20 pues si nuestro corazón nos acusa de algo, Dios es más grande que nuestro corazón, y lo sabe todo. 21 Queridos hermanos, si nuestro corazón no nos acusa, tenemos confianza delante de Dios; 22 y él nos dará todo lo que le pidamos, porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. 23 Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros como él nos mandó. 24 Los que obedecen sus mandamientos viven en él, y él vive en ellos. Y en esto sabemos que él vive en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.

Dominus es vivus <3