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Mensaje del 08 de Junio del 2014

“Hoy vengo a participar que se unan y permitan que mi Espíritu Santo guíe a mi Iglesia. La Sabiduría soy yo. Yo doy aliento a las almas, las instruyo y las llevo lejos del camino que invita a perderse. Cuando se dejan guiar por mí yo los llevo de la mano por caminos de paz donde la vida es segura”.


Profecías, Decretos, Preceptos y Conjeturas dictados por la Santísima Virgen, Jesús y Dios Omnipotente Uno y Trino a mi alma mexicana.
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Domingo 08 de Junio del 2014.                 Sagrario y Santa Misa 5:00 p.m.

Solemnidad de Pentecostés.

Hijos queridos de mi corazón!
     La Solemnidad de la Infusión Paráclita da a ustedes beneficios. El recibir la unción de mi Espíritu Santo los lleva a reconocer la vida que doy, ayuda a discernir y mejorar la comunión conmigo y los renueva día a día. La verdad soy yo. El camino seguro se fortalece cuando han aprendido a seguirme. Quien se distrae es porque no reconoce mi voz. Mi voz llama a mis hijos. Manifiesta que estoy vivo y presente en ustedes y que habito en cada alma fiel. La fidelidad se consigue cuando comprenden que la unión fortalece la vida, la hace más fácil y se vive decorosamente. Esta unión produce frutos y los frutos son dones que vienen a enseñarles a caminar junto a mí. Esos dones paráclitos se manifiestan en las almas fieles. La fidelidad es importante si no yo me aparto de su persona. Para poder percibir mi presencia se necesita una unción. Esta unción se da a las almas que viven de acuerdo a mi palabra y muestran gratitud a mi presencia. La presencia mística mía se traduce en bienes que albergan alegría, paz y un sinnúmero de bendiciones. Quien ha recibido la unción paráclita comprenderá que la manifestación de mi presencia es un regalo en su vida. Yo doy vida y esa vida es albergar al Espíritu Santo que se manifiesta a través de mi presencia mística. Reconocer la infusión paráclita es importante. Las almas seguras de mí se dejan guiar y yo las llevo a una vida nueva que les ayude a reconocer a plenitud el amor que les doy.
     Hoy vengo a participar que se unan y permitan que mi Espíritu Santo guíe a mi Iglesia. La Sabiduría soy yo. Yo doy aliento a las almas, las instruyo y las llevo lejos del camino que invita a perderse. Cuando se dejan guiar por mí yo los llevo de la mano por caminos de paz donde la vida es segura.
     No pequen. Quien peca no recibe la infusión de mi Espíritu Santo. Es imperioso que reconozcan que la vida se les da a quienes quieren seguir ese camino que dota de bienes espirituales a mis hijos y los hace participar en una vida nueva que retribuya abundante paz, felicidad y un amor inconmensurable. Al albergar al Espíritu Santo ustedes disfrutan de una presencia mística que se siente, se palpa, habla y se reconoce. Cuando se reconoce que vivo y habito en ustedes, ustedes dan testimonio de su vida compartiendo la alegría de vivir conmigo, en unión y participando amor a las almas. Vine al Mundo a predicar que el amor se da, que se sufre cuando me siguen pero que es maravillosos poder sentir la alegría de vivir junto a mí. Mi vida les dió la oportunidad de retribuir al Mundo la paz necesaria que enaltece la vida. Por eso les pido que hagan de ustedes un instrumento de vida la palabra. La palabra da guía, abre los ojos de los perezosos y los oídos se abren a la escucha de mi voz que clama que se unan y dejen divisiones. Que el amor rompe toda barrera contra el mal.
     La dificultad de seguirme debilita la comunión porque esta conlleva actos paganos que hacen que se vayan por el mal camino. El mal camino atrae pero pierde al alma. Está llena de vicios, idolatría, placeres y desenfrenos que los apartan de la gracia. Se pierde la comunión cuando van buscando la alegría de vivir derrochando y haciendo una vida inútil que solo pierde el alma.
     Hoy reciban la infusión paráclita todos los que son fieles a mí. Demostraré que dije que no me iría de ustedes. Permanezco siempre a través de la palabra, de la guía profunda del Espíritu Santo y a través de las obras de mis hijos que enaltecen mi nombre. Mi nombre es reconocido por muchas almas, sin embargo es necesario distinguir que solo se vive por mí a través de la fe, las buenas obras y el ejemplo que dan. Nadie que me diga Dios y niegue el pan a mis hijos es mío. Porque la caridad se da para que el amor se produzca en esas almas, desaparezca el odio y se llenen de gracia. Sin gracia no se vive, porque la gracia hace que se santifiquen y se llenen de alegría al reconocer a un Dios que sí ama y anhela que todos sean salvos. Sálvense! Den mérito a mi vida que les trajo la alegría de ser reconocidos como mis hijos.
     Perecerán las almas que se alejan de mí porque no reconocen que hay un Dios que habita y vive para siempre. Por eso pido que den testimonio con sus buenas obras. Ábranse a la luz abundante que soy yo y digan sí a mi palabra. En ella habita la verdad que soy yo, los llama a vivir de acuerdo a mi voluntad y les facilita la vida. Quien sufre no sabe que curo y sano las heridas. A eso vine al Mundo, a sanar y perdonar. Quien perdona a su hermano reconoce el amor y ese amor transgrede y cuando transgrede se hace grande manifestando la obra de mi presencia en el Mundo que hizo ver a mis hijos que se apaga el odio a través de las buenas obras que reconcilian el alma y que la hacen segura.
     Hoy no pierdan la oportunidad de seguirme. Les llamo. Habito en las almas sumisas y doy la seguridad de una vida nueva. No pequen. Vivan de acuerdo a mis enseñanzas y demuestren con hechos que estoy vivo. Amén
Jesús Misericordia Divina


Ángeles míos!
     Mi corazón se enaltece cuando reciben la palabra de mi Hijo. Las obras hacen que se vea la presencia de mi Hijo que habita en cada alma fiel. Les pido que se abran al Espíritu Santo que dirige sus pasos, los hace dóciles a la palabra y enaltece el nombre de mi Hijo. Las buenas obras se consiguen cuando el alma reconoce que Dios vive y está presente en cada alma dócil, porque el amor se manifiesta en esas almas y al retribuirlo al Mundo dan testimonio de que la salvedad se encuentra en él.
     Las Guerras se destruyen a través de la comunión con Dios. Porque el odio se destruye y la muerte acaba. Hoy mis hijos sufren y sufren porque no conocen a mi Hijo. Quien lo conoce sabe bien que se da a manos llenas llenando su vida de alegría. Ábranse a la comunión con él. Permitan que su Espíritu Santo guíe su vida y les de aliento de vida. Pidan al Espíritu Santo que les de dones. Con ellos podrán comprender que Dios habita en las almas sumisas y se manifiesta en ellas.
     Les pido por amor que no dejen de orar y se mantengan alertas ante las insidias del enemigo. Tomen armas y como Batallón den testimonio del amor de Cristo que habita en las almas y desea que se acerquen a él para que en comunión destruyamos los planes perversos del Mundo que han traído desgracias, guerras, muerte y falta de fe. Auxíliense unos a otros y no falten a misa. La comunión con Dios necesita que ustedes estén preparados, sin pecado y albergando la comunión eucarística. Habiten siempre en su casa y oren, oren sin cesar tomando el Rosario en mano como arma contra el enemigo que destruye almas y desune a mis hijos. Los amo. Déjense guiar por mí. Yo que soy su Madre sufro y deseo que todos sean salvos. Apresten y pidan al Mundo que cambie. Amén
Santa María del Corazón Inmaculado


Hijos queridos!
Dios habita en las almas sumisas y cuando habita la vida se hace fácil, llena de gracia y un amor que no termina. Den vida a sus hijos transmitiendo las enseñanzas que les doy. Tomen armas y acaben con el mal. La desgracia caerá si ustedes ofenden a mi Espíritu porque el habita y fortalece la comunión. Acaben con las guerras orando y hagan caso a la manifestación paráclita que les deja vida y la defiende. Amén
Dios Omnipotente Uno y Trino


“El Espíritu habita en las almas fieles. Déjense guiar por él”.
Ave María Purísima, sin pecado concebida.


Juan 7
Ríos de agua viva
37-38 El último día de la fiesta era el más importante. Aquel día Jesús, puesto de pie, dijo con voz fuerte:
—Si alguien tiene sed, venga a mí, y el que cree en mí, que beba. Como dice la Escritura, del interior de aquél correrán ríos de agua viva.
39 Con esto, Jesús quería decir que los que creyeran en él recibirían el Espíritu; y es que el Espíritu todavía no estaba, porque Jesús aún no había sido glorificado.


Juan 14
Jesús promete enviar el Espíritu Santo
15 »Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. 16-17 Y yo le pediré al Padre que les mande otro Defensor, el Espíritu de la verdad, para que esté siempre con ustedes. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo ven ni lo conocen; pero ustedes lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará en ustedes.
18 »No los voy a dejar huérfanos; volveré para estar con ustedes. 19 Dentro de poco, los que son del mundo ya no me verán; pero ustedes me verán, y vivirán porque yo vivo. 20 En aquel día, ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes están en mí, y yo en ustedes. 21 El que recibe mis mandamientos y los obedece, demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo amaré y me mostraré a él.


Juan 14
26 pero el Defensor, el Espíritu Santo que el Padre va a enviar en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.
27 »Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo.28 Ya me oyeron decir que me voy y que vendré para estar otra vez con ustedes. Si de veras me amaran, se habrían alegrado al saber que voy al Padre, porque él es más que yo. 29 Les digo esto de antemano para que, cuando suceda, entonces crean.
30 »Ya no hablaré mucho con ustedes, porque viene el que manda en este mundo. Aunque no tiene ningún poder sobre mí, 31 así tiene que ser, para que el mundo sepa que yo amo al Padre y que hago lo que él me ha mandado.
»Levántense. Vámonos de aquí.


Juan 16
Lo que hace el Espíritu Santo
»No les dije esto desde un principio porque yo estaba con ustedes. 5 Pero ahora me voy para estar con el que me ha enviado, y ninguno de ustedes me pregunta a dónde voy; 6 al contrario, se han puesto muy tristes porque les he dicho estas cosas. 7 Pero les digo la verdad: es mejor para ustedes que yo me vaya. Porque si no me voy, el Defensor no vendrá para estar con ustedes; pero si me voy, yo se lo enviaré. 8 Cuando él venga, mostrará claramente a la gente del mundo quién es pecador, quién es inocente, y quién recibe el juicio de Dios. 9 Quién es pecador: el que no cree en mí; 10 quién es inocente: yo, que voy al Padre, y ustedes ya no me verán; 11 quién recibe el juicio de Dios: el que gobierna este mundo, que ya ha sido condenado.
12 »Tengo mucho más que decirles, pero en este momento sería demasiado para ustedes. 13 Cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que van a suceder. 14 Él mostrará mi gloria, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes. 15 Todo lo que el Padre tiene, es mío también; por eso dije que el Espíritu recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes.
16 »Dentro de poco, ustedes ya no me verán, pero un poco más tarde me volverán a ver.


Juan 20
Jesús se aparece a los discípulos
19 Al llegar la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, los discípulos se habían reunido con las puertas cerradas por miedo a las autoridades judías. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:
—¡Paz a ustedes!
20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. 21 Luego Jesús les dijo otra vez:
—¡Paz a ustedes! Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
22 Y sopló sobre ellos, y les dijo:
—Reciban el Espíritu Santo. 23 A quienes ustedes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonen, les quedarán sin perdonar.


Hechos 2
La venida del Espíritu Santo
2 Cuando llegó la fiesta de Pentecostés, todos los creyentes se encontraban reunidos en un mismo lugar. 2 De repente, un gran ruido que venía del cielo, como de un viento fuerte, resonó en toda la casa donde ellos estaban. 3 Y se les aparecieron lenguas como de fuego que se repartieron, y sobre cada uno de ellos se asentó una. 4 Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu hacía que hablaran.
5 Vivían en Jerusalén judíos cumplidores de sus deberes religiosos, que habían venido de todas partes del mundo. 6 La gente se reunió al oír aquel ruido, y no sabía qué pensar, porque cada uno oía a los creyentes hablar en su propia lengua. 7 Eran tales su sorpresa y su asombro, que decían:
—¿Acaso no son galileos todos estos que están hablando? 8 ¿Cómo es que los oímos hablar en nuestras propias lenguas? 9 Aquí hay gente de Partia, de Media, de Elam, de Mesopotamia, de Judea, de Capadocia, del Ponto y de la provincia de Asia, 10 de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia cercanas a Cirene. Hay también gente de Roma que vive aquí; 11 unos son judíos de nacimiento y otros se han convertido al judaísmo. También los hay venidos de Creta y de Arabia. ¡Y los oímos hablar en nuestras propias lenguas de las maravillas de Dios!
12 Todos estaban asombrados y sin saber qué pensar; y se preguntaban:
—¿Qué significa todo esto?
13 Pero algunos, burlándose, decían:
—¡Es que están borrachos!


Isaías 11
El descendiente de Jesé trae un reinado de paz y justicia
11 De ese tronco que es Jesé, sale un retoño;
un retoño brota de sus raíces.
2 El espíritu del Señor estará continuamente sobre él,
y le dará sabiduría, inteligencia,
prudencia, fuerza,
conocimiento y temor del Señor.
3 Él no juzgará por la sola apariencia,
ni dará su sentencia fundándose en rumores.
4 Juzgará con justicia a los débiles
y defenderá los derechos de los pobres del país.
Sus palabras serán como una vara para castigar al violento,
y con el soplo de su boca hará morir al malvado.
5 Siempre irá revestido de justicia y verdad.


1 Corintios 12
Diversidad y unidad de los dones
4 Hay en la iglesia diferentes dones, pero el que los concede es un mismo Espíritu. 5 Hay diferentes maneras de servir, pero todas por encargo de un mismo Señor. 6 Y hay diferentes manifestaciones de poder, pero es un mismo Dios, que, con su poder, lo hace todo en todos. 7 Dios da a cada uno alguna prueba de la presencia del Espíritu, para provecho de todos. 8 Por medio del Espíritu, a unos les concede que hablen con sabiduría; y a otros, por el mismo Espíritu, les concede que hablen con profundo conocimiento.9 Unos reciben fe por medio del mismo Espíritu, y otros reciben el don de curar enfermos. 10 Unos reciben poder para hacer milagros, y otros tienen el don de profecía. A unos, Dios les da la capacidad de distinguir entre los espíritus falsos y el Espíritu verdadero, y a otros la capacidad de hablar en lenguas; y todavía a otros les da la capacidad de interpretar lo que se ha dicho en esas lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace con su poder el único y mismo Espíritu, dando a cada persona lo que a él mejor le parece.
12 El cuerpo humano, aunque está formado por muchos miembros, es un solo cuerpo. Así también Cristo. 13 Y de la misma manera, todos nosotros, judíos o no judíos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos se nos dio a beber de ese mismo Espíritu.


Gálatas 5
La vida conforme al Espíritu de Dios
16 Por lo tanto, digo: Vivan según el Espíritu, y no busquen satisfacer sus propios malos deseos. 17 Porque los malos deseos están en contra del Espíritu, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. El uno está en contra de los otros, y por eso ustedes no pueden hacer lo que quisieran. 18 Pero si el Espíritu los guía, entonces ya no estarán sometidos a la ley.
19 Es fácil ver lo que hacen quienes siguen los malos deseos: cometen inmoralidades sexuales, hacen cosas impuras y viciosas,20 adoran ídolos y practican la brujería. Mantienen odios, discordias y celos. Se enojan fácilmente, causan rivalidades, divisiones y partidismos. 21 Son envidiosos, borrachos, glotones y otras cosas parecidas. Les advierto a ustedes, como ya antes lo he hecho, que los que así se portan no tendrán parte en el reino de Dios.
22 En cambio, lo que el Espíritu produce es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, 23 humildad y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley. 24 Y los que son de Cristo Jesús, ya han crucificado la naturaleza del hombre pecador junto con sus pasiones y malos deseos. 25 Si ahora vivimos por el Espíritu, dejemos también que el Espíritu nos guíe.
26 No seamos orgullosos, ni sembremos rivalidades y envidias entre nosotros.

Dominus es vivus <3


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