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“Yo vengo a salvarlos igual que mi Hijo.”


 “Yo vengo a salvarlos igual que mi Hijo.”

Domingo 27 de Noviembre del 2022. 11:10 a.m.
Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa.
¡Angelitos míos!
Hoy como siempre vengo a invitarlos a que cambien de vida. Estamos viviendo momentos difíciles llenos de Apostasía. Las almas sufren y no reconocen a Dios. Con esto quiero decir que pecan gravemente y por eso sufren.
Un alma que no se confiesa no recibe el perdón de Dios por sus ofensas y cuando muera no va al cielo sino al purgatorio o al infierno si los pecados son mortales.
Quiero que piensen por un momento que Dios es bueno y los ayuda a seguir sus pasos para que se salven. Dios vive y está presente en la Iglesia. Cuando digo esto es porque a través de la Eucaristía ustedes pueden percibir su presencia. Ámenlo que los necesita. Él sufre mucho por todos los apartados de la gracia que están perdiendo la fe. Él quiere salvarlos, pero se necesita un cambio de vida en ustedes. Para poder vivir unidos a él se necesita orar y ser agradecidos siempre. No solamente pidan para ustedes sino también por el mundo para que se salven las almas. Quien no quiere seguir sus pasos pierde la vida y se va al infierno. Aliméntense de él comulgando, pero háganlo libres de pecado porque quien tiene pecados graves y se confiesa recibe el perdón de él. Comulgar con pecados los lleva a la muerte, eso quiere decir que pierden la vida y se van al infierno.
Quiero que piensen por un momento lo hermoso que es vivir eternamente en ese nuevo mundo donde reina la alegría y mucha paz. No se olviden que Dios vive y se percibe mejor si ustedes reciben la infusión del Espíritu Santo donde lo pueden percibir de otra manera tangible.
Hijos amados no olviden que yo también espero que vengan a mí y oremos juntos el rosario que es un arma contra la maldad y el mismo Satanás. Yo vengo a salvarlos igual que mi Hijo. Los amo y quiero que sepan que existe vida después de la muerte.
No se olviden que Dios vive y está presente en la Eucaristía y la promesa que da a quienes comulgan es la vida eterna. También quiero que sepan que pronto vendrá un momento de gracia que concederá Dios a las almas donde él mismo les hará ver sus pecados para que en ese momento se arrepientan y salven su vida.
Ámense los unos a otros y no odien a nadie. Perdonen a quienes los ofenden y pidan que se salven sus vidas. Por eso no olviden que la misericordia de Dios es infinita y si ustedes se convierten a él podrán gozar de su presencia en su vida llenos de amor y de paz. Amén
María Santísima del Corazón Inmaculado
✤ ✤ ✤ Dominus es vivus.
Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis.