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“La mayor ofensa a Dios es todo aquello que atenta contra la vida”


 

“La mayor ofensa a Dios es todo aquello que atenta contra la vida”

Sábado 13 de Mayo del 2023.            12:00 p.m.

Solemnidad de la Virgen de Fátima.

 

¡Amados hijos míos!

Mis pequeños niños quiero que sepan que es este día en que se conmemora mi advocación De la Santísima Virgen de Fátima les daré un profundo Legajo donde daré certeza a las profecías que di en Fátima.

Mi corazón sufre porque la apostasía que está presente la advertí y no hicieron caso de prepararse con ayunos, oraciones y la penitencia que les propuse.

Hoy estamos enfrentando una carencia de fe, las almas consagradas se apartan de la gracia siguiendo sus criterios dictados por su conciencia sin dejarse guiar por la sabiduría de Dios y también la idolatría, principalmente al dinero.

Quiero advertirles que si no se convierten y dejan su vida mundana sufrirán mucho. La alegría de un ser humano no está en los vicios, la fornicación, la lujuria y los actos de depravación. Dios es bueno y perdona sus ofensas si ustedes se convierten y se reconcilian con él. Al decir esto quiero que sepan que el Sacramento de la Reconciliación es el camino para que Dios examine sus conciencias y si están arrepentidos los perdone.

Quiero que conozcan que está latente una Tercera Guerra Mundial que será devastadora si ocurre, pues pueden desaparecer naciones completas. Los armamentos nucleares y las armas químicas serán usadas en ella. Para que esto no suceda deben orar rogando por la conversión del mundo y su paz. Recen, recen el Santo Rosario, es un arma muy eficaz contra el mal. Si ustedes lo hacen verán la conversión del mundo. Récenlo diario y ofrézcanlo en reparación de todas las blasfemias contra el Sagrado Corazón de mi Hijo y mi Inmaculado Corazón también y no olviden reparar los sacrilegios y las herejías.

Los invito a reflexionar sobre los acontecimientos actuales, la falta de fe ha provocado que nieguen la palabra de Dios. La mayor ofensa a Dios es todo aquello que atenta contra la vida, como los abortos, la eutanasia y todo aquello que deforme la misma como el homosexualismo y todo tipo de desviaciones sexuales. La familia se destruye a causa de todas esas falsas creencias que deterioran al ser humano.

Oren, oren mucho por mis hijos consagrados, mis sacerdotes amados. Tristemente han aceptado una herejía que niega la palabra de Dios y es la omisión a dar su Sangre Preciosa en la Eucaristía.

Los tiempos difíciles están presentes donde el enemigo del mundo destruye la verdad de Dios con sus argucias y sus mentiras dejándolos en la obscuridad que provoca que pierdan la vida y por tanto se vayan al infierno.

La vida es un precioso don de Dios. Siempre busca su verdad y el camino que te traza. Cuando digo esto es que no te dejes engañar por falsos argumentos donde se desvía la misma vida, la palabra de Dios y por lo tanto provoca que pierdas el camino que te traza mi Hijo amado.

En estos momentos la carencia de valores morales provoca que caigan en depravaciones. Estén atentos y no se dejen engañar por nada.

Quiero advertirles que si ustedes no dejan su vida mundana perderán la vida. El poder, la destrucción, el odio y la falta de paz los llevan a una perdición muy grave. Afiancen su fe y no se dejen engañar.

Me despido rogando a cada uno de ustedes que oren, ayunen y se reconcilien con Dios. Los amo. Amén

Santísima Virgen de Fátima

 

Apocalipsis 12

La mujer

12 Apareció en el cielo una gran señal: una mujer envuelta en el sol como en un vestido, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en la cabeza. La mujer estaba encinta, y gritaba por los dolores del parto, por el sufrimiento de dar a luz.

El dragón

Luego apareció en el cielo otra señal: un gran dragón rojo que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza. Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo, y las lanzó sobre la tierra. El dragón se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto como naciera. Y la mujer dio a luz un hijo varón, el cual ha de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo le fue quitado y llevado ante Dios y ante su trono; y la mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un lugar para que allí le dieran de comer durante mil doscientos sesenta días.

Después hubo una batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles lucharon contra el dragón. El dragón y sus ángeles pelearon, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. Así que fue expulsado el gran dragón, aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.

10 Entonces oí una fuerte voz en el cielo, que decía:

«Ya llegó la salvación,
el poder y el reino de nuestro Dios,
y la autoridad de su Mesías;
porque ha sido expulsado
el acusador de nuestros hermanos,
el que día y noche los acusaba
delante de nuestro Dios.
11 Nuestros hermanos lo han vencido
con la sangre derramada del Cordero
y con el mensaje que ellos proclamaron;
no tuvieron miedo de perder la vida,
sino que estuvieron dispuestos a morir.
12 ¡Alégrense, pues, cielos,
y ustedes que viven en ellos!
¡Pero ay de los que viven en la tierra y en el mar,
porque el diablo, sabiendo que le queda poco tiempo,
ha bajado contra ustedes lleno de furor!»

 

 

Dominus es vivus.  

 Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis.